Pasaban de las 11:00 de la mañana. Una camioneta blanca circulaba por Paseo de la Reforma hacía el sur antes de llegar al Ángel de la Independencia. El copiloto, llamado Luis Alberto Villarreal, hablaba por teléfono para solicitar información de como iba la plenaria de los diputados del PAN.
Dos personas de su grupo parlamentario lo esperaban al pie del estacionamiento de un hotel que se ubica a un costado de la embajada de los Estados Unidos en México, lugar donde se inauguraría, minutos más tarde, la reunión blanquiazul.
El ex coordinador de los diputados del PAN descendió de la camioneta y los flash de las cámaras comenzaron a encenderse a su paso. Un reportero preguntó: ¿diputado, dónde ha estado? ¡No hay preguntas!, respondió.
Subió las escaleras. En el primer piso, una nube de reporteros, fotógrafos y camarógrafos lo increpó irremediablemente. Caminaba con la frente en alto y la mano izquierda en la bolsa de su pantalón. Siempre detrás de él, Marcos Aguilar Vega, quien aspira a ocupar la presidencia municipal de Querétaro.
Los reporteros que lo esperaban lo interceptaron en una segunda ocasión: ¿Nos permite una entrevista? No gracias, respondió evasivo, sabedor de que la sombra de una fiesta en Puerto Vallarta lo perseguía.
Subió otras escaleras y arribó al lugar de la reunión. Los vigilantes y las secretarias sabían que debían dejarlo pasar sin registrarlo. La nube de reporteros ingresó con él.
El evento inició de manera inmediata, el maestro de la ceremonia solicitó la atención de los presentes, mientras sus compañeros diputados lo saludaban. Algunos, pocos, se levantaron de su lugar y fueron a abrazarlo.
José Isabel Trejo, el nuevo coordinador de la bancada en San Lázaro, empezó con su discurso. Agradeció el respaldo del grupo panista de la Cámara de Diputados y presumió once años de labor parlamentaria. Aplaudió las reformas.
“Durante dos años hemos sido un grupo unido en el propósito, que ha sabido dar los mejores resultados legislativos de la historia de Acción Nacional y no debemos regatear ni un momento que todo esto fue posible gracias a la conducción y liderazgo de nuestro coordinador, Luis Alberto Villarreal García”.
Los presentes interrumpieron al orador. Aplausos al unánime. Gritos…
Adriana González soltó: “ánimo mi güerito!”. Otros, gritaban “¡bravo, mi coordinador!”.
Concluyó el orador su arenga y se pidió a los reporteros que desalojaran en salón. Aprovecharon los legisladores para dirigirse a la estrella del día e, incluso, hicieron fila para, uno por uno, abrazar y decirle unas palabras a su líder caído.