En pleno regreso a clases es importante pensar en la salud física y mental de los alumnos. Los padres de familia tienen la responsabilidad no impulsar a sus hijos a tener un buen arranque en el ciclo escolar, sino también a mantener un buen ritmo de alimentación, de hábitos y de conductas. Todo esto será fundamental para que el alumno sea constante con su rendimiento y a obtener mejores resultados con el paso del tiempo.
El regreso a clases seguramente fue un proceso lleno de responsabilidades, presiones y hasta momentos de angustia, pero todo esto puede ser controlado y llevado de forma tranquila. El estrés que experimentan todas las familias en estas fechas debe ser abordado con procedimientos estrictos y constantes.
Cuando los niños llegan por primera vez a un ciclo escolar no es fácil que se adapten a todo lo que esto implica: nuevos compañeros, maestros, instalaciones y, en general, a todo un contexto que en casa no existe. Aunque el panorama no sea muy alentador, los padres deben estar al pendiente de las carencias que sus hijos tienen en cuestión física y emocional, para después atender de inmediato estos asuntos.