BRUSELAS. Un joven belga que se trasladó el año pasado a Siria para combatir junto a los yihadistas y que ha regresado a su país, asegura que un holandés ejerce el papel de carcelero en la prisión en la que el Estado Islámico (EI) mantenía secuestrado al periodista estadunidense James Foley.
El padre de Jejoen Bontinck, quien se marchó a Siria cuando tenía 17 años, declaró al programa de televisión de actualidad EenVandaag que su hijo sabía que un holandés ejercía un papel destacado en la prisión del EI donde estaba Foley, secuestrado en noviembre de 2012 en el norte del país árabe y decapitado por los yihadistas.
El abogado del joven, Kris Luijckx, confirmó estas palabras en el mismo programa, al que acudió el padre para contar lo que vivió su hijo en Siria y así “ayudar a otros combatientes extranjeros” para que no luchen junto al EI.
El joven, que afronta cargos criminales por terrorismo, asegura que compartió celda con Foley durante algún tiempo y que allí desarrolló una buena relación con el periodista, informó por su parte la cadena de televisión flamenca VTM.
Bontnick estuvo retenido por los yihadistas porque éstos se enteraron de que quería regresar a Bélgica.
El abogado indicó a ese canal que Jejoen Bontnick se puso en contacto con los allegados de Foley a su regreso a Bélgica y que habría sido entonces cuando la familia del periodista estadunidense habría tenido por primera vez “informaciones detalladas de que estaba todavía vivo y estaba secuestrado por un grupo yihadista”, explicó a VTM un empleador del reportero.
Por otra parte, la madre de Stephen Sotloff, un periodista estadunidense secuestrado en Siria y amenazado de muerte por el Estado Islámico, difundió un vídeo en el que urge al grupo yihadista “ser misericordioso”, “seguir el ejemplo del profeta Mahoma” y liberar a su hijo y permitirle que viva.
“Le mando este mensaje a usted, Abu Bakr al Bagdadi al Quraishi al Husaini, el califa del Estado Islámico. Soy Shirley Sotloff. Mi hijo Stephen está en sus manos”, dice la madre del periodista en un vídeo obtenido por los diarios The New York Times y Washington Post y difundido por la cadena de televisión emiratí Al Arabiya.
Desde Ginebra, la ONU reveló un documento de investigación en el que revela la forma en la que los yihadistas de EI llevan a cabo de forma regular, principalmente los viernes, ejecuciones públicas de hombres -incluidos menores- acusados de colaborar con otros grupos, y latigazos públicos a mujeres que no obedecen el código de vestimenta del grupo y “osan” salir a la calle con su pelo o su rostro al descubierto.
A menudo, los milicianos de EI obligan a los transeúntes, incluido los niños, a presenciar las ejecuciones, que normalmente se concretan mediante decapitaciones o tiros en la cabeza.