WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a más gobiernos locales a elevar el salario mínimo ante la falta de acción legislativa en este frente, y reconocer así el diario trabajo duro de millones de estadunidenses.

 

En su tradicional mensaje sabatino, el mandatario consideró que esta acción no sólo contribuiría a los esfuerzos de su gobierno para generar más y mejores empleos pagados, sino que fortalecería igualmente el crecimiento de la clase media.

 

“En Estados Unidos, nadie que trabaje tiempo completo debería tener que criar a su familia en condiciones de pobreza. Un día de trabajo duro merece un sueldo diario digno”, dijo.

 

Un incremento en el salario mínimo tendría un beneficio directo sobre 28 millones de trabajadores, generando un mayor gasto personal y de consumo “y eso hace que la economía crezca para todos”, dijo.

 

El mandatario recordó que ha sido la dura labor de los trabajadores y los sindicatos a favor de causas para mejorar las condiciones y los derechos laborales lo que permitió desarrollar “la clase media más próspera de toda la historia de la humanidad”.

 

“No lo hizo asegurándose que sólo le vaya bien a unos pocos afortunados que están en la cima, sino asegurándose que todos los que estén dispuestos a trabajar duro y seguir las reglas puedan avanzar”, agregó.

 

El año pasado Obama presentó al Congreso una propuesta para aumentar el salario mínimo, pasando de 7.25 a 10.10 dólares la hora, la cual empero fue ignorada por los republicanos.

 

El tema es uno sobre los que Obama ha venido insistiendo en su segundo gobierno, y ha adoptado medidas ejecutivas para poner su “granito de arena” en la lucha, como él mismo lo refirió, aumentando el salario a trabajadores de empresas con contratos con el gobierno federal.

 

La acción empero avivo el encono de los republicanos en el Congreso, quienes la han citado como un ejemplo del abuso de la autoridad ejecutiva por parte del mandatario.

 

De manera adicional 13 estados del país más el Distrito de Columbia, donde se asienta la capital del país han autorizado iniciativas locales para elevar el salario mínimo, y ciudades como Chicago y Los Angeles trabajan con esa misma intención.

 

“Lo fundamental es que Estados Unidos merece un aumento. Pero hasta que no tengamos un Congreso al que le importe aumentar los sueldos de los trabajadores, lograrlo va a depender del resto de nosotros“, señaló.

 

MG