WASHINGTON. Las sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos a Rusia por la intervención en el este de Ucrania resultaron en un incremento de ventas de fusiles AK-47 de las que se ha agotado el inventario en las armerías estadounidenses, informó hoy el diario The Washington Post.
“Los empleados de Atlantic Firearms, en Bishopville (Maryland) han trabajado casi sin parar para despachar cientos de fusiles AK-47 de fabricación rusa y los compradores agotaron los inventarios de las armerías en todo el país”, señala el diario capitalino.
El apuro se debe, en parte, a la sospecha entre algunos poseedores de armas de fuego de que el conflicto en Ucrania fue una excusa del gobierno del presidente Barack Obama para prohibir esas armas, que disgustan a muchos demócratas.
“Algunos clientes compraron de ocho a diez fusiles por casi mil dólares cada uno, acaparándolos como una inversión”, añadió.
Blain Bunting, presidente de la firma importadora de armas ubicada en el condado Worcester de la costa este de Maryland, asegura que “la comunidad de las armas se movió con mucha rapidez”. “Yo no veo cómo o cuándo levantarán la veda”, agregó.
En Estados Unidos, donde los civiles poseen casi 300 millones de armas de fuego -desde revólveres y pistolas a fusiles de guerra- cada gesto del gobierno para regular la tenencia y uso de armas se percibe como una amenaza al “derecho de poseerlas”.
En la década de 1990 cuando el Congreso discutió un proyecto de ley para limitar la venta de armas, estas crecieron velozmente, y lo mismo ocurrió cuando en 2006 los demócratas lograron una mayoría en el Congreso.
El fusil AK-47, diseñado por Mijail Kalashnikov cerca del fin de la Segunda Guerra Mundial, se ha convertido en el fusil de combate más popular en el mundo entero y cada año en EU se venden decenas de miles de esas armas, en su versión semi-automática.
El diario recordó que en julio el departamento del Tesoro informó a la firma RWC Group, de Pennsylvania, que se añadiría la empresa Kalashnikov Concern, los fabricantes originales del AK-47, a la lista de entidades sancionadas por la intervención rusa en Ucrania.
Jay Portz, vicepresidente de RWC, dijo al diario que casi de inmediato aumentó la demanda.
“Si bien las sanciones no impusieron restricción alguna a la venta de algunas versiones, más abundantes, de fabricación europea o estadounidense, o siquiera una variante rusa que no la fabrica Kalashnikov, Bunting dijo que apenas los compradores se enteraron de la veda corrieron a comprar el arma auténtica”, apuntó el Post. NS