A Tomás Boy pareciera que todas las mañanas se le indigesta el desayuno. Nada le gusta y el último al que puso en la mira fue a Javier Hernández, tras anunciarse su contratación con el Real Madrid.

 

“Menos minutos, más críticas y un montón de camisetas. Es un fantástico goleador que ha tomado muy malas decisiones, está haciendo una carrera de suplente. Creo que él puede ir a otros lugares, no creo que hayan sido buenas decisiones porque un jugador está para jugar, no para ser suplente”, dijo.

 

Y sorprende porque Boy va a contracorriente entre el aluvión de buenos deseos y felicitaciones públicas. Aunque en ese otro campo, el de las redes sociales, en el que los mexicanos no tienen que dar la cara para decir lo que realmente piensan, se concuerda en un porcentaje muy alto con el entrenador del Atlas.

 

Boy no se guarda nada. El pasado fin de semana, al concluir el choque ante Santos Laguna, se mostró molesto con una parte de la afición que arremetió en contra de Enrique Esqueda.

 

“No podía entender cómo (Matías) Vuoso sólo corría y sin embargo era el ídolo de la gente, su rendimiento fue bajísimo y con Esqueda lo critican sin merecerlo”, expresó.

 

También se congratuló cuando Marco Antonio Rodríguez anunció su retiro de las canchas. Boy no olvida los constantes errores de los que sentía y que le costaron, dice, que sus equipos no trascendieran en la Liguilla.

 

“¿Por qué lo vamos a extrañar? Yo no lo voy a extrañar para nada, lo conozco desde hace muchos años, hizo actuaciones verdaderamente terribles”.

 

El estratega llegó a tener confrontaciones también con sus colegas. Con Enrique Meza se peleó en un partido entre Morelia y Pachuca porque el Ojitos defendió a Christian Giménez, entonces jugador de los Tuzos. Como una forma de vengarse, Boy aprovechó la oportunidad para recordarle a Meza que, cuando ambos eran jugadores de Tigres, el actual timonel de los hidalguenses era suplente mientras que él era una estrella, titular indiscutible.

 

Cuando tomó por segunda ocasión el timón del Atlas, calificó de “vividor” a Omar Asad, quien pasó inadvertido en el banquillo rojinegro. Después se arrepintió y ofreció disculpas. “Hice un comentario realmente estúpido. Me dejé llevar por algunos chismes”, aclaró.

 

Aunque el cliente frecuente de El Jefe es Miguel Herrera. Sólo basta recordar cómo arremetió contra el técnico nacional en marzo pasado.

 

“Ay, Miguelito, Miguelito, es tan ingenuo que cree que por capacidad está en esa silla”, dijo sin olvidar que a finales de julio se mofó de la igualada que consiguió el Tri ante Brasil en la Copa del Mundo.

 

“En el mundial, por ejemplo, pueden decir que un empate a cero es ¡maravilloso, fantástico, único, fenomenal!”, y el sábado pasado rebautizó al Piojo: “Lo que sí puedo decir es que yo no soy Carmelita Salinas, yo no estoy en todos los jugos”.

 

Es la lengua desatada de Tomás Boy, técnico de los rojinegros del Atlas, quien no tiene compasión y arremete contra cualquiera que se ponga enfrente.

 

 

Chicharito no convence a la prensa española

 

 

Javier Chicharito Hernández no fue arrojado en el más blanco merengue en su llegada a Madrid. La prensa española, no lo ocultó, esperaba un último bombazo de Florentino Pérez y que Radamel Falcao fuera presentado en el Bernabéu el lunes pasado en una multitudinaria fiesta, y no ver a Chicharito en una modesta recepción.

 

De ahí el recelo con el que se ve su contratación, su poca monta contra el dueño del puesto de la punta en el Madrid (Benzema). Así lo señaló Alfredo Relaño, columnista del diario AS en Madrid, quien escribió que la contratación de Hernández fue para no presionar al artillero francés.

 

“Se fue Higuaín, se fue Morata… y ahora resulta que el Manchester United ficha a Falcao y en el mismo día cede al Madrid a Chicharito”. Y agrega: “Chicharito no parece convencer ni al propio club. No se abrieron las puertas del campo para aclamarle. Benzema puede estar tranquilo. El hombre a su sombra llegó sin focos que le iluminen”.

 

Y ni hablar de la prensa que despacha donde el acérrimo rival, Barcelona. Ahí, el columnista Joan Vehils, del diario Sport, asegura que con la contratación de Hernández (y algunas otras decisiones) Florentino le ha puesto más fácil la situación al Barcelona: “Y lo mejor de todo: Ronaldo criticando a su presidente, la Real que le metió cuatro en 45 minutos y Florentino presentando a Chicharito como fichaje ‘revolucionario’… Pues eso, que a Zubizarreta se lo han puesto fácil”.

 

Es la realidad del Chicharito, sí, en el mejor equipo del mundo, pero también ante las dudas generalizadas.