Descenso… descenso… ¡descenso!, palabra que poco a poco retumba en el oído de Jorge Vergara y sus Chivas, tanto que el domingo por la tarde, si pierden ante la U de G en el Omnilife, amanecerán como penúltimos de la tabla de porcentajes, y toda esa negación que el feudo rojiblanco ha empleado para decir ante los medios que no tienen ningún problema en el Apertura 2014, está a un tris de caerles con decibeles ensordecedores de realidad, salpicados, claro, de los abucheos de algunos cientos de aficionados que aún deambulan por la casa del rebaño, donde, por cierto, el equipo de Carlos Bustos no sabe lo que es ganar.

 

Así están las cosas para los rojiblancos, que de momento marchan en la décimo quinta posición de la tabla de porcentajes, mientras que los Leones Negros se mueven sigilosos en el último escalón, aunque sabedores de que tres puntos hacen la diferencia entre ser coleros y principales candidatos al descenso o intercambiarle el lugar al Guadalajara y alejarse por primera vez en la campaña de la cola. En este momento, el porcentaje de Chivas es 1.0541 (78 puntos en 74 juegos), por lo que una derrota contra la U de G les pondría con 1.04, que le daría sólo para superar al Puebla, que tiene 1.0267.

 

Panorama que tiene nervioso a Jorge Vergara, quien ayer ofreció una comida para todo el plantel rojiblanco en su casa, lejos de las miradas de los medios de comunicación. Una encerrona en la que no hay espacio más que para aceptar que el problema que negaban tener respecto al descenso y los aires de meterse a la Liguilla, sólo han hecho daño.

 

Un espacio en el que Carlos Bustos, timonel del equipo, sabe que tiene las horas contadas. Más que nunca está supeditada su permanencia al resultado del próximo domingo. Jugarán la fecha siete del Apertura 2014 y sus números vaya que han superado la paciencia de Vergara: un triunfo, tres empates y dos derrotas, sólo dos goles a favor por cinco en contra, sin victorias en el Omnilife, sin una anotación de sus artilleros en la campaña y con sólo dos goles convertidos gracias a un par de tiros libres que ha cobrado Fernando Arce. ¡Vaya que hay alarma en el rebaño!

 

Y por supuesto, los planes B y C ya están en marcha, el problema es concretarlos. La razón: José Manuel Chepo de la Torre no es una opción fácil de convencer, no podría ser de otra forma luego de la mala manera en que terminó la anterior etapa del Chepo con Chivas por las formas de Vergara, y de Víctor Manuel Vucetich ni hablar, fue relegado al inicio de este proyecto porque el proyecto Carlos Bustos resultaba más atractivo. A toro pasado será fácil decir que erraron, pero seguramente que Vuce querrá más ceros en el cheque para aceptar el “usted disculpe, nos equivocamos”. Es eso, o ese pensamiento recurrente que tanto negaron, llamado descenso, crecerá hasta ensordecer al llamado equipo más popular del futbol mexicano.