El oficialismo en Argentina aceptó hoy, a propuesta de la oposición, incluir a Francia en el proyecto para el pago de deuda reestructurada a acreedores que se ven impedidos de cobrar en los Estados Unidos, informaron fuentes oficiales.

 
La modificación incluye una “opción de canje por nuevos títulos bajo legislación y jurisdicción francesa”, confirmaron a Efe fuentes de la bancada del oficialismo en el Senado, cuerpo que debate hoy la iniciativa impulsada por el Gobierno de Cristina Fernández.

El proyecto original preveía a Argentina como lugar de cobro para aquellos tenedores de bonos emitidos bajo legislación estadounidense que no pueden cobrar en Estados Unidos por un fallo de un juez de Nueva York a favor de fondos de inversión que litigan contra el país suramericano.

La inclusión de Francia como un lugar de pago alternativo fue propuesta por el opositor Frente Renovador, cuyo líder, el diputado Sergio Massa, exjefe de Gabinete del Gobierno de Cristina Fernández, aspira a competir por la Presidencia en octubre de 2015.

El proyecto para el pago local de la deuda, que de aprobarse hoy en el Senado será girado a la Cámara de Diputados para su debate, incluye sustituir al Bank of New York Mellon por el local estatal Banco Nación como agente fiduciario de pago.

Asimismo, prevé que los acreedores nombren sus propios agentes de cobro para garantizar que se harán con su dinero y evitar así la orden de bloqueo de fondos dispuesto por el juez neoyorquino Thomas Griesa, quien falló a favor de los fondos buitre.

La iniciativa deja además abierta la posibilidad para que el 7 % de los acreedores que no aceptaron los canjes de 2005 y 2010, incluidos los que litigan contra Argentina, se adhieran ahora.

El Gobierno argentino busca la aprobación parlamentaria definitiva del plan antes del próximo 30 de septiembre, fecha del próximo vencimiento de la deuda.

Argentina ingresó al Bank of New York Mellon los fondos correspondientes al último vencimiento de deuda reestructurada, pero la entidad, que funciona como intermediario entre el Estado argentino y sus acreedores, no distribuyó los fondos a sus destinatarios porque Griesa bloqueó la operación.

Ante la imposibilidad de seguir cumpliendo con los bonistas reestructurados si no se salda primero la deuda de 1.300 millones de dólares, más intereses, con los fondos litigantes, la presidenta argentina, Cristina Fernández, anunció que llevaría al Congreso un plan para pagar bajo legislación local, iniciativa que ahora incluye a Francia como opción.