BERLÍN. Una exhibición de Ángel Di María condujo a la nueva Argentina de Gerardo ‘Tata’ Martino, a cumplir la revancha de la Final del pasado Mundial Brasil 2014 ante Alemania, a la que batió por 2-4 en encuentro amistoso disputado en Düsseldorf.

 

Di María, que no pudo estar en la Final de Brasil debido a problemas musculares, sentó cátedra. Marcó un gol y firmó las asistencias de los otros tres. Fue el jugador decisivo de una selección argentina que no extrañó al ausente Lionel Messi, y que incluso jugó mucho mejor que lo visto cuando el astro del Barcelona los lideró en el Mundial.

 

El resultado puede resultar algo engañoso en un partido que se mostró desde el comienzo bastante abierto, con muchas llegadas de parte de ambos equipos y en algunas de ellas con ocasiones claras.

 

En el minuto 7, el meta argentino Sergio Chiquito Romero se lució por primera vez en el partido al parar un remate a quemarropa del alemán Mario Gómez, que había quedado sólo frente a él después de un gran pase de Christoph Kramer.

 

Casi a vuelta de correo, Argentina tejió un contragolpe que culminó con un remate de Di María por encima de la portería. El duelo entre Romero y Gómez iba a ser una de las notas características de la primera parte. Tras la primera ocasión desperdiciada, el delantero alemán volvió a fallar dos veces, en los minutos 28 y 44.

 

La otra señal de identidad del partido fue el trabajo de Di María por la banda derecha, que le dio muchos problemas a su marcador Erick Durm y que terminaría trayendo los dos primeros goles para Argentina. El primero llegó en el minuto 21, cuando Di María le metió un pase al área chica al Kun Agüero, quien no tuvo problemas para batir a Neuer. El segundo cayó en el minuto 40, con un centro de Di María desde la línea de fondo que aprovechó Erick Lamela para definir de zurda.

 

Al comienzo del segundo tiempo todo empezó a apuntar a una debacle alemana. En el 47 un remate de cabeza de Federico Fernández, tras una falta lanzada desde la izquierda por Di María, trajo el tercero. Y en el 50 fue el propio Di María quien coronó su gran presentación al marcar el cuarto con una vaselina por encima del cuerpo de Roman Weidenfeller, que salió a cortar el ángulo.

 

Sin embargo, Alemania logró maquillar el resultado con goles de André Schürrle en el 52, y de Mario Götze en el 78. Ambos equipos tuvieron para más goles. Alemania sufrió mucho con su improvisada defensa, pues el único que quedaba de la formación mundialista era Benedikt Höwedes.