Entre agosto de 2008 y septiembre de 2012, el gobierno federal comprometió dos mil 589 millones de pesos para la adquisición de mil 731 hectáreas en los municipios de Atenco y Texcoco donde, según anunció la víspera el presidente Enrique Peña Nieto, se construirá el nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México.
No obstante, la compra de estos terrenos pertenecientes a siete ejidos tuvieron la intención inicial de conformar un polígono de suelos para el rescate ecológico de la zona, según da cuenta el “Libro Blanco Conagua-07 Programa Ecológico Lago de Texcoco”.
El documento, publicado en octubre de 2012 (hacia el final de la administración de Felipe Calderón), da cuenta de que la superficie adquirida por el gobierno correspondía a hasta entonces 897 predios, cuyo destino sería el desarrollo de un parque ecológico 22 veces más grande que el bosque de Chapultepec.
Hasta el final del sexenio anterior, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), instancia a la que se le encargó la adquisición de los terrenos, había pagado y escriturado 663 predios, restando por finiquitar 234 para el año 2016.
Para este año, la Conagua tuvo un incremento de 30% en su presupuesto, por lo que se preveía que continuara con la compra de predios en los ejidos de Santa María Chimalhuacán, San Luis Huexotla, San Felipe, Santa Cruz de Abajo y San Bernardino, en Texcoco; así como en Santa Isabel Ixtapan, San Cristóbal Nexquipayac y Francisco I. Madero, en Atenco.
De acuerdo con el Programa Ecológico Lago de Texcoco, la zona de mitigación y rescate ecológico comprendía una superficie total de tres mil 200 hectáreas, de las cuales 700 correspondían al parque Gerardo Cruickshank (propiedad del gobierno del Estado de México), por lo que sólo son dos mil 500 hectáreas las que debían terminar de adquirirse antes de 2016.
El documento subraya que debido a las gestiones sociales y administrativas fallidas para el proyecto de un nuevo aeropuerto en 2001, la Conagua enfrentó un escenario complejo para adquirir dichos terrenos, por lo que tuvo que diseñar una estrategia de gestión para trabajar con nueve núcleos agrarios.
José Luis Luege, ex director de la Conagua, calificó como un error la decisión de construir el nuevo aeropuerto en esa zona, que corresponde a lo que fuera la parte más profunda del lago de Texcoco.
“(La obra) está en el peor suelo que un ingeniero civil pudiera elegir para construir; se trata de una zona salitrosa y deprimida socialmente (…) no hay agua, no hay vialidades, no hay servicios, no hay un plan regional de desarrollo urbano”, señaló el ex funcionario en entrevista radiofónica este miércoles.
El Programa Ecológico Lago de Texcoco establecía un proyecto de mitigación y rescate ecológico en la franja de amortiguamiento de esa zona, cuyo propósito fundamental es “mejorar la calidad de vida de la población asentada en el oriente de la zona metropolitana del Valle de México y las condiciones ambientales, reducir las afectaciones a la salud y aumentar la proporción de áreas verdes por habitante, así como brindar resguardo al sistema hidráulico y ambiental del lago de Texcoco”.
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