BUENOS AIRES.  A los gritos de “bravo”, “gracias” e “ídolo”, Gustavo Cerati fue sepultado el viernes en el cementerio de La Chacarita, en la porteña Buenos Aires, donde miles de sus seguidores se congregaron para despedirlo como hijo pródigo y talentoso compositor de influencia indeleble, que pasó sus últimos cuatro años en coma.

 

“¡Gracias, gracias… Gustavooo, Gustavooo!”, gritaron a la entrada del coche funerario en el cementerio de La Chacarita los admiradores de ex líder de Soda Stereo, considerado uno de los compositores más influyentes del rock iberoamericano.

 

El cantante fue inhumado en una ceremonia privada encabezada por sus familiares.

 

En este cementerio, Cerati descansa ya junto a otros famosos que fueron enterrados o cremados como  Carlos Gardel y Mercedes Sosa.

 

Gracias TotalesMiles de admiradores y periodistas entraron al camposanto acompañando el coche fúnebre que transportaba el cuerpo de Cerati, pero posteriormente no les fue permitido acceder a un panteón donde quedaron los restos del artista. Los admiradores del músico, muchos de ellos de entre 20 y 30 años, intentaron por todos los medios tocar el coche que transportaba lentamente el féretro.

 

Las cámaras de televisión pudieron captar el momento en que el féretro era introducido en el panteón, así como imágenes de familiares y artistas cercanos al músico que se abrazaron entre sí y le rindieron respeto. Entre ellos estaba Lilian Clark, madre de Cerati, y Zeta Bosio, el bajista de la banda Soda Stereo, de la que fue líder indiscutido el cantante y guitarrista.

 

Al salir de allí, Clark saludó y alzó el pulgar a los admiradores de su hijo, que la aplaudieron y ovacionaron. La anciana sonrió débilmente. “Ídola, fuerza familia”, gritaron varios de los congregados.

 

Recorre su “ciudad de la furia”

 

El cortejo fúnebre con los restos de Gustavo Cerati fue acompañado por una multitud durante su último recorrido. Salió a la 1:39 horas (11:39 de la ciudad de México) de la Legislatura porteña, donde el músico fue velado desde la noche del jueves, y recorrió varias calles principales de la capital argentina.

 

El techo del automóvil estaba cubierto de flores y se abría paso por un corredor que formaba la gente, la cual aplaudía a su paso y gritaba: “No se va, Gustavo no se va“. Algunos otros se apoyaron contra el auto y lloraron desconsolados, acompañando así al lluvioso día.

 

Varios seguidores llevaron consigo banderas argentinas o de distintos países latinoamericanos y vistieron camisetas con el rostro del cantante.

 

Distintos grupos improvisaron padrenuestros en voz alta y luego aplaudieron. Hubo incluso algunos fanáticos que intentaron subirse a los árboles del camposanto para ver aunque fuera de lejos el cajón con su ídolo adentro. Muchos otros siguieron los acontecimientos en silencioso respeto.

 

Cerati falleció en la víspera a los 55 años de un paro cardiaco, tras haber estado en coma desde mayo de 2010, producto de un accidente cerebrovascular que sufrió al término de un concierto en Caracas.

 

Despedida desgarradora

 

Antes de partir hacia el camposanto, la madre de Cerati, Lilian Clark saludó emocionada desde uno de los balcones del edificio del Poder Legislativo local a fanáticos del músico que se congregaron en la calle para ovacionarla y cantar las canciones más famosas de su hijo y del grupo que lideró durante años y marcó decisivamente desde mediados de los 80 a otras bandas de Chile, México o Colombia.

 

En la ciudad de la furia“, “De música ligera“, “Signos” y “Cuando pase el temblor” fueron algunas de las canciones que los admiradores de Cerati cantaron bajo la lluvia hasta desgañitarse. Clark se limpió las lágrimas del rostro, notablemente conmovida, y saludó a los jóvenes y no tan jóvenes que le dedicaron estos y otros temas.

 

Acompañada de su hija Laura y otros familiares, la madre del cantante y guitarrista fue su más leal compañera durante los más de cuatro años en los que el músico permaneció internado en esta capital a causa de un accidente cerebrovascular.

 

En la desapacible mañana del viernes, miles aprovecharon las últimas horas disponibles para acercarse a la Legislatura a rendir respeto a Cerati, fallecido en la víspera a los 55 años de un paro cardiaco tras haber estado en coma desde mayo de 2010, producto de un accidente cerebrovascular que sufrió al término de un concierto en Caracas.

 

El féretro cerrado con los restos del cantante fue instalado en el Salón de Honor y estuvo parcialmente cubierto por una bandera argentina y una corona de flores. Alrededor había desplegadas más flores y carteles y camisetas con mensajes de sus fanáticos. Por momentos, los visitantes aplaudieron a modo de homenaje.

 

Despedida íntima

Antes de que los seguidores del artista se acercaran a despedirse de él, el músico fue velado en la intimidad por su madre y sus hijos, Benito y Lisa, de 20 y 18 años, así como otros familiares.

 

Rockeros como Charly García, Pedro Aznar, Ricardo Mollo y Zeta Bosio también despidieron al artista; este último músico fue bajista y compañero de Cerati en Soda Stereo.

 

Entre las coronas exhibidas exhibían en la planta baja y el primer piso de la Legislatura destacaron las de los cantantes Cristian Castro y Alejandro Sanz.

 

El gobierno de la presidenta Cristina Fernández dispuso dos días de duelo por la muerte de Cerati. La noticia sobre la muerte del rockero causó gran impacto en Argentina y el resto de América Latina.

 

Con su talento y versatilidad como compositor, Cerati encabezó uno de los más importantes grupos de rock en español de Iberoamérica, que en los años 80 y 90 coreó con él aclamados temas como Signos, Persiana americana y Cuando pase el temblor. Tras la disolución de Soda Stereo en 1997, se mantuvo vigente con una exitosa carrera como solista y productor.

 

Con su disco “Ahí vamos” de 2006 retomó el sonido rockero de la época de Soda Stereo y ganó dos Latin Grammy, a mejor álbum vocal de rock solista y mejor canción de rock, por “Crimen”. En el 2007 recibiría el mismo premio por el tema “La excepción”.

 

El último trabajo de Cerati como solista, Fuerza natural (2009). A menos de una semana de su lanzamiento, encabezaba las listas de ventas en Argentina, México, Colombia y Chile. Mientras el músico estaba en coma consiguió tres Latin Grammy, a mejor álbum de rock, mejor canción de rock (Deja Vu) y mejor diseño de empaque.  DM / NS