De las 11 reformas promulgadas por el presidente Enrique Peña Nieto, la más incompleta es la de transparencia, pues no tiene leyes secundarias, por lo que uno de sus principales preceptos, la rendición de cuentas de partidos y sindicatos, está estancada.

 

La reforma al artículo sexto de la Constitución, promulgada el 7 de febrero de este año, obliga a los partidos políticos y sindicatos a rendir cuentas a la ciudadanía, pero la falta de sus reglamentaciones secundarias los mantendrá en la opacidad por lo menos hasta marzo de 2015.

 

Mediante el Pacto por México, Peña Nieto adquirió diversos compromisos en materia de transparencia y rendición de cuentas, como la transformación del Instituto de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) en un órgano autónomo.

 

Los compromisos del 82 al 86 del Pacto dan cuenta de que el gobierno federal prometió una “Reforma para la Rendición de Cuentas Contables que garantizaría el acceso de la ciudadanía a toda la información sobre el gasto público”

 

Además, prometió la creación de un Sistema Nacional de Combate a la Corrupción, a través de la instalación de “una Comisión Nacional y comisiones estatales con facultades de prevención, investigación, sanción administrativa y denuncia ante las autoridades competentes por actos de corrupción”.

 

A medias

 

De los compromisos adquiridos respecto a la rendición de cuentas, el mandatario cumplió la transformación del IFAI en un órgano constitucional autónomo.

 

Sin embargo, la promesa de una institución que vigile la transparencia en todas las dependencias del gobierno federal, los 31 estados, el Distrito Federal, así como en 2 mil 200 municipios, los poderes Judicial y Legislativo, partidos y sindicatos, está cumplida a medias debido a la falta de leyes secundarias.

 

Sin tres leyes (General de Transparencia, Archivos y Datos Personales), aunque el IFAI fue elevado a órgano autónomo, carece de los mecanismos para ejercer sus nuevas funciones.