ATLANTA. Un nuevo comentario racista y Bruce Levenson, otro propietario de equipo de la NBA, ha quedado envuelto en un escándalo que puede hacerle correr la misma suerte que Donald Sterling, ex propietario de los Clippers de Los Ángeles.
Levenson, dueño de los Hawks de Atlanta, anunció hoy en un comunicado que venderá su participación en el equipo por haber salido a la luz pública un “correo electrónico escrito hace dos años que era inapropiado y ofensivo”.
Levenson dijo que con sus expresiones involucraba los intereses de los aficionados blancos y negros del equipo.
El propietario de los Hawks explicó que envió el correo electrónico en agosto del 2012 por sus preocupaciones ante la pobre asistencia a los partidos del equipo en su campo, el Philips Arena, y para justificar la necesidad de trasladar la sede a los suburbios, donde vive la población de raza blanca.
“Mi teoría es que la multitud negra asusta a los blancos y sencillamente no hay suficiente asistencia de aficionados negros para tener una venta de boletos significativa”, habría expresado Levenson en el correo remitido a los copropietarios del equipo y al gerente general, Danny Ferry.
Levenson admitió que posteriormente se percató de que el correo parecía sugerir que los aficionados blancos eran más importantes que los negros.
El copropietario de los Hawks decidió de forma voluntaria entregar el correo a la NBA, que de inmediato abrió una investigación independiente.
“He dicho repetidamente que la NBA debe tener tolerancia cero hacia el racismo y creo firmemente en eso”, señaló Levenson en el comunicado.
La decisión de Levenson llega casi tres meses después del escándalo desatado por unos comentarios racistas del entonces propietario de Los Ángeles Clippers que llevaron a la NBA a presionarle hasta vender el equipo.
La venta de los Hawks será la tercera que se haga este año de un equipo de la NBA. Antes los Bucks de Milwaukee fueron traspasados por 550 millones de dólares, y los Clippers por 2.000 millones, récord en la historia de la organización, que pagó el multimillonario Steve Ballmer, ex directivo de Microsoft.
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