La que será sede provisional del deporte centroamericano y caribeño durante el mes de noviembre es, de manera permanente, meca del deporte en su faceta más aventurera.

 

Su privilegiada variedad geográfica y un litoral tan largo como para acumular 745 kilómetros, han permitido otra forma de posicionamiento turístico de Veracruz, más allá del gastronómico, cultural, playero, musical: la cantidad de actividades deportivas que pueden efectuarse en diversos puntos del estado.

 

Los “rápidos” (descenso de ríos o, en términos internacionales, rafting) son considerados un clásico de Veracruz. El curso del Río Pescados desde la Sierra Madre Oriental hasta su desembocadura en el Golfo de México, propicia 17 velocísimos tramos. Ese recorrido atrae a miles de turistas, deseosos de vibrar a máxima velocidad y sinuosidad, al tiempo que disfrutan de las más espectaculares vistas.

 

Sin embargo, más allá del célebre rafting de los municipios de Actopan y Jalcomulco, el estado sede de la vigésimo segunda edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe también cautiva a atletas de las alturas.

 

Precisamente, la cima más alta de México (y, por ende, la mayor ambición de los alpinistas) está ahí. El Pico de Orizaba o Citlaltépetl, con sus cinco mil 610 metros de altura atrae a numerosos montañistas. El trabajo y sacrificio para ascenderlo es inmenso, como también lo es el poder llegar a contemplar algunos de los glaciares que acompañan la parte final de ese camino; un privilegio al alcance de pocos elegidos.

 

Hasta ahora me he referido a río y montaña, aunque no podemos dejar de lado ciclismo de montaña, rapel y, sobre todo, buceo. El denominado “sistema arrecifal veracruzano” se compone de 17 arrecifes e islotes, que permiten apreciar al mundo acuático en su máxima expresión, además de vestigios de viejos naufragios (en ese último sentido, los turistas más tranquilos que prefieran evitar profundas inmersiones en los mares, pueden visitar el Baluarte de Santiago con la exhibición de un impresionante tesoro prehispánico encontrado por un pescador).

 

Es el Veracruz que del 14 al 30 de noviembre acogerá los Juegos Centroamericanos y del Caribe en su regreso a México tras 24 años. Ahí, seis mil atletas de 31 países competirán en 36 deportes no sólo en el puerto jarocho, sino también en Coatzacoalcos, Córdoba, Tuxpan y Xalapa.

 

Durante poco más de dos semanas, habrá derroche de adrenalina y pasión, algo acorde a la rutina veracruzana. Rutina que, con olor a café y vainilla, acompañada por exquisita música y gran historia, incluye aventura ecológica en río, mar y montaña.