El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, rechazó debatir sobre el escándalo de la Línea 12 del Metro con su antecesor, Marcelo Ebrard Casaubón, quien por la mañana lo “retó” a sostener de manera pública una discusión en torno a las fallas que obligaron al cierre de 11 estaciones.
En un mensaje a medios, Mancera Espinosa respondió a Ebrard que el caso de la Línea Dorada debe abordarse de manera técnica, jurídica y administrativa, y no con tintes políticos, por lo que no ve “la utilidad de un debate”.
“El tema de la Línea 12 es absolutamente técnico, de muy alta especialidad. Es un asunto de análisis jurídico y de análisis administrativo, no yo veo ninguna posibilidad de volverlo político ni por supuesto la necesidad de un debate político”, declaró Mancera.
Añadió, en referencia a su antecesor Marcelo Ebrard, que “cualquier persona interesada en aportar algún dato o referencia que coadyuve a todos los trabajos que se están haciendo en relación a la investigación (de la Línea 12) lo puede hacer”.
Asimismo remarcó que su “trabajo está orientado a garantizar la seguridad de los usuarios de la Línea 12, y poder restablecer con toda la capacidad técnica (el servicio) lo antes posible”.
Asimismo dijo que si hubiera señalamientos de corrupción en su contra, Mancera, quien fungió como Procurador de justicia en la administración de Ebrard, debe llamarlo a rendir cuentas ya.
Por otra parte, Mancera evitó adelantar si habrá sanciones para las empresas constructoras de la Línea 12.
Niega tener una corriente interna en el PRD
Mientras que en otra orden de ideas, Mancera negó tener una corriente interna en el Partido de la Revolución Democrática (PRD). “Yo no estoy afiliado”, subrayó al tiempo que calificó de “ordenada” la elección interna de dicho partido.
Al respecto, comentó que el PRD respetó el acuerdo de no llenar las calles de la ciudad con propaganda, salvo en una zona de la delegación Cuauhtémoc, donde se colocaron mantas. DM
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