El gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, hizo un enérgico llamado al presidente Enrique Peña Nieto para que “ayude al pueblo de Sonora” a enfrentar uno de los peores desastres ecológicos y económicos de México.
En un desplegado titulado Sonora alza la voz, Padrés dice que acude directamente al Presidente porque los funcionarios federales encargados de prevenir y corregir el derrame tóxico de una mina de Grupo México “fallaron y le siguen fallando a los más de 23 mil sonorenses” que viven en las márgenes del Río Sonora.
Acusa de irresponsabilidad, omisiones y negligencia al titular de la Profepa, Guillermo Haro Bélchez, y a los delegados de Conagua, Semarnat y Profepa.
Asegura que hay pruebas documentales y testimoniales en poder de los alcaldes de Cananea y Arizpe, y de habitantes de la región cercana a la mina, “que denunciaron meses antes el riesgo inminente de un derrame de tóxicos a los ríos Bacanuchi y Sonora, y no fueron escuchados, ni por Profepa, ni por Conagua, ni por Semarnat”.
Señala además que tras el derrame, “estas instancias de su Gobierno, específicamente los delegados, nos han dejado prácticamente solos a los sonorenses”.