Hace cuatro años los penales Chihuahua eran escenario de carreras de caballos, bailes y peleas de gallos; los asesinatos, motines y fugas de internos eran un problema desbordado. Actualmente, tras una inversión de 130 millones de pesos, los ocho Ceresos son ejemplo de reingeniería estratégica del sistema penitenciario.

 

Así quedó asentado por las autoridades de la Asociación Americana a Asociación Americana de Correccionales (ACA por sus siglas en inglés) Capítulo México, la cual alista su primera Sesión del Consejo denominado: Sistema Penitenciario Mexicano por su Transformación, en la ciudad de Chihuahua.

 

Será la primera vez desde su fundación en 1870 que este órgano estadounidense sesionará en nuestro país.

 

Ayer, el gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, adelantó que en dicho evento a realizarse los próximos 19 y 20 de este mes, sólo falta la acreditación de un Cereso para cubrir el 100% de la certificación al Sistema Penitenciario Estatal que otorga la ACA.

 

“¿Qué se hizo? Combatir a la corrupción, transparentar los procesos, limitar los espacios que generan libertinaje. En 2010 hubo 300 homicidios en penales del estado, y sólo en 12 motines hubo más de 200 muertos. (Ahora) disciplina, orden, horario, supervisión, capacitación suficiente a custodios, hace más de tres años que en Chihuahua no tenemos un motín ni una fuga en penales estatales”, sostuvo el mandatario.

 

Acompañado por el embajador de Estados Unidos en México, Earl Anthony Wayne; el Fiscal General del estado, Enrique González Nicolás; y el responsable del Sistema Penitenciario Estatal, Eduardo Guerrero Durán, el gobernador adelantó que este mismo mes quedarían certificados todos los penales que están a cargo del estado.

 

La única prisión que actualmente está bajo auditoría y falta de certificación es el de Ciudad Juárez, el cual, en palabras del gobernador, era considerada “la cárcel más peligrosa de Latinoamérica”.

 

La reingeniería de sistema penitenciario se basó en mil 52 acciones comprendidas en seis principales ejes como la eliminación del autogobierno en las cárceles, reconstrucción de infraestructura penitenciaria, capacitación y fortalecimiento del personal, y la estandarización de procesos y procedimientos, desde los horarios de comida y la calidad de alimentos hasta el ordenamiento de las visitas a internos.

 

En 2010 se registraron 12 motines en penales estatales, tres fugas, y 189 riñas de las cuales resultaron asesinados 300 internos, con la reingeniería la reducción de eso eventos ha sido gradual al grado de que de 2012 a lo que va de este año suman: cuatro riñas, y dos muertes por la misma causa, sin registro de motines ni fugas.

 

Reestructuración interna

 

En entrevista, el fiscal general de Chihuahua, Jorge González, señaló que el proyecto consistió en la ocupación de la población de internos, a cambio de la remuneración que por ley les corresponde, en las mejoras de los propios penales, empleándolos en la elaboración de muebles y vestimenta que todos están sujetos a portar.

 

De acuerdo con el fiscal, los 8 mil 500 internos que conforman la población penitenciaria del estado llegó a esa cifra luego de que en 2011 fueron trasladados mil 900 reos considerados de “alta peligrosidad”, se trata de internos vinculados a delitos como secuestro, extorsión y robo de auto que también tienen nexos con la delincuencia organizada.

 

Ejemplo a seguir

 

Dicha restructuración convierte a Chihuahua en el ejemplo a seguir de cómo un sistema penitenciario con una situación complicada y con un esfuerzo“no muy grande”, en términos económicos, logró retomar el control de sus penales; un estándar que debe ser replicado en todo el país, aunque urgentemente en Tamaulipas, sostuvo Francisco Rivas Rodríguez, presidente del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).

 

En entrevista con 24 HORAS, Rivas Rodríguez expuso que hace falta voluntad, visión y valentía por parte de las autoridades penitenciarias para que en México, lo materializado en Chihuahua sea una realidad. Así como es necesario también el apoyo de la sociedad en los “sacrificios” para lograr un orden, por ejemplo, en el tema de visitas.

 

“Se necesita un director (del penal) valiente, un subsecretario o fiscal valiente apoyado por el estado y al ciudadanía, donde los bloqueadores de señal como en Chihuahua son controlados por un persona, lo cual le quita presión a la autoridad de lo Cereso y facilita que se pueda controlar la operación que funcionen perfectamente”, indicó.

 

Para el titular de ONC la aplicación de este modelo es urgente en Tamaulipas, donde información de la Secretaría de Gobernación indica que 50% de las llamadas de extorsión provienen de penales de ese estado. “Tamaulipas es un caso urgente en todo lo que tiene que ver con seguridad”, instó.