PARÍS. Netflix ingresará el lunes a seis nuevos mercados europeos con la esperanza de ganar una base importante de suscriptores, pero se ha topado con una bienvenida fría en Francia, donde los competidores bien establecidos tratan de atajar a la empresa, el gobierno quiere supervisar y la industria del cine quiere que el servicio invierta fuertemente en las producciones francesas.

 

La gigante del video por internet, que tiene más de 50 millones de suscriptores en 40 países, destinó este año 400 millones de dólares para ampliarse a más naciones. Ahora ofrecerá servicio en Alemania, Austria, Suiza, Francia, Bélgica y Luxemburgo, después de instalarse en Gran Bretaña, Irlanda, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Suecia y Holanda en años recientes.

 

La presencia de Netflix —con oficinas centrales en Los Gatos, California— es bienvenida en la mayoría de los países europeos, menos en Francia, donde la empresa espera llegar a un tercio de los hogares en los próximos cinco a 10 años.

 

Netflix no quiso comentar sobre los retos en Francia antes del lanzamiento oficial el lunes.

 

La empresa fue pionera en el campo en Estados Unidos y disfrutó el éxito de nuevo al crear contenido original, como la serie “House of Cards”, pero otros servicios de video por demanda están mejor establecidos en muchos mercados europeos.

 

Canal+, el principal operador de televisión de paga en Francia, tiene medio millón de suscriptores para su CanalPlay, lanzado en 2011, y el miércoles buscó atajar el golpe competitivo de Netflix. Canal+, que ya tiene los derechos de “House of Cards”, lanzó una nueva asociación con HBO y también ofrece la posibilidad de descargar series y películas para poder verlas después en un dispositivo sin necesidad de estar conectado a internet. También anunció que creará series de televisión producidas por Francia y Estados Unidos.

 

“Lo impresionante de Netflix son sus capacidades tecnológicas y de comercialización”, dijo Frederic Goldsmith, de un grupo francés de productores de películas, “pero su servicio no es nuevo”.

 

Bruno Delecour, jefe de FilmoTV, una de las primeras compañías de “video a demanda” en Francia, dijo que el ruido alrededor de Netflix es positivo para el mercado galo, porque incita a los hogares a usar estos servicios.

 

En Alemania, los expertos han dicho que se espera poco impacto por la llegada de Netflix porque el país ya ofrece una cantidad considerable de televisión abierta y de paga.

 

Los expertos de la industria en Francia apuestan por la “excepción francesa”. “Ofrecer sólo series estadunidenses no funcionará”, opinó Pascal Rogard, director de la Sociedad de Autores Dramáticos y Compositores de Francia.

 

Consciente de esto, la empresa planea producir un drama de televisión de ocho episodios llamado “Marseille”, escrito por el reconocido guionista francés Dan Frank y que se comenzará a transmitir a finales de 2015.

 

Sin embargo, para algunos colaboradores del cine galo, este esfuerzo es insuficiente.

 

Netflix tendrá que cumplir también con algunas regulaciones francesas y europeas. Entre otras, no podrá transmitir filmes de menos de tres años de antigüedad y a partir de enero del 2015 en adelante deberá pagar un impuesto de 2% si sus ganancias anuales son de más de 10 millones de euros, luego de una decisión reciente de Francia para gravar a operadores con oficinas en el extranjero.