MADRID. La buena marcha de su desembarco en México y el “orgullo” con que los mexicanos defienden su folclore, hizo que Roberto Verino abandonara su natal Galicia por las peleas de gallo, la herencia precolombina, la alegría de sus fiestas o el color de sus evocadores paisajes.
Verino creó una colección con mangas y cuellos rematados con delicadas plumas de vivos colores, vaporosas túnicas estampadas con la explosión floral mexicana y zapatos con reminiscencia cow-boy manufacturados por artesanos de Badajoz y Albacete, pusieron la nota étnica a la pasarela.
”Su cultura, mezclada con la que aportaron los españoles ha creado una magia que se exhibe en sus mercados, sus fiestas y su manera de vivir”, detalló el diseñador. Con información y fotos de EFE