WASHINGTON. El general Martin Dempsey, titular de la junta del estado mayor de las fuerzas armadas, dijo el martes al Congreso que si fracasa la expansión de la campaña militar del presidente Barack Obama para destruir a los extremistas islámicos, recomendará que Estados Unidos considere estacionar soldados en Irak.
El máximo jefe militar dijo el martes a un panel del Senado que el objetivo de los asesores estadunidenses es ayudar a las fuerzas iraquíes con planificación, logística y coordinación del esfuerzo militar de la alianza para combatir al grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
“Para ser claros, si llegamos a un punto en el que considero que nuestros asesores deberían acompañar a las tropas iraquíes en ataques a blancos específicos del Estado Islámico, así se lo recomendaré al presidente”, dijo Dempsey al Comité de Servicios Armados del Senado.
Presionado en el interrogatorio, Dempsey dijo que “iría donde el presidente para hacerle una recomendación que podría incluir el uso de fuerzas de infantería”.
Obama ha insistido en que los militares estadunidenses no tendrán una misión de combate en Irak.
Dempsey y el secretario de defensa, Chuck Hagel, enfrentaron numerosas preguntas de los legisladores en la primera audiencia de alto nivel para examinar la expansión de la campaña militar de Obama frente a la amenaza terrorista de los extremistas en el Oriente Medio.
Dempsey dijo que los estadunidenses en Irak desempeñan un papel de asesoramiento pero que no participan directamente en combate. Sin embargo, si las fuerzas iraquíes se embarcan en la misión compleja de recuperar Mosul, el general dijo que podría querer que las fuerzas estadunidenses acompañen a los iraquíes.
La aparente contradicción de que Estados Unidos no participa directamente en combate fue ventilada en un diálogo entre el senador republicano Jim Inhofe y Dempsey.
“¿Hay pilotos que arrojan bombas en Irak en misión de combate? ¿Las fuerzas estadunidenses están preparadas para buscar y rescatar a los pilotos son derribados?”, preguntó Inhofe. “Sí y sí”, respondió Dempsey.
Estados Unidos atacó blancos del Estado Islámico, grupo que ha capturado vastas zonas en Irak y Siria. Obama busca el apoyo del Congreso para entrenar y equipar a los rebeldes sirios moderados que combaten tanto al presidente sirio Bashar Assad como a los milicianos de ISIS.
Dempsey afirmó que Estados Unidos está preparado para atacar blancos de los islámicos en Siria.
Muchos legisladores manifestaron reservas sobre la capacidad de identificar a moderados en un país plagado de rebeldes y alianzas cambiantes. El Estado Islámico surgió de Al Qaeda, pero los dos están ahora enfrentados. En algunas instancias, el Ejército Sirio Libre, moderado, se ha combinado con la filial local de Al Qaeda, el Frente Nusra.
Hegel dijo que Estados Unidos vigilará estrechamente el panorama para evitar que las armas caigan en malas manos.
Obama y el vicepresidente Joe Biden recibieron en el despacho presidencial al general John Allen, retirado de la Armada, quien coordina los esfuerzos internacionales para combatir al Estado Islámico. También estuvo presente Brett McGurk, alto asesor sobre Irak en el Departamento de Estado.
Apurados para terminar con su labor y salir de Washington para sus campañas proselitistas, los republicanos en la Cámara de Representantes completaron el proyecto de ley para autorizar la misión de armar y entrenar a los rebeldes sirios moderados. UC|DM