SAO PAULO. El desalojo policial de un hotel abandonado donde vivían 200 familias hace cuatro meses en el centro de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, generó hoy fuertes disturbios que dejaron tres personas heridas, unas 70 detenidas, un autobús incendiado y varias tiendas saqueadas.
Sofás, armarios, puertas y pedazos de cama lanzadas desde la edificación fueron usadas por las familias desalojadas en respuesta a los gases lacrimógenos de la policía y el estopín, lo que generó fuertes disturbios en el centro de la ciudad durante unas cinco horas.
La tropa de elite de la Policía Militarizada (PM) del gobierno regional de Sao Paulo fue la encargada de cumplir con el desalojo del hotel, que estaba abandonado desde hace una década y que fue ocupado hace cuatro meses por 200 familias del Frente de Lucha por Morada (FLM), una organización de personas sin techo.
Los ocupantes de la edificación salieron corriendo a la calle debido al lanzamiento de gases lacrimógenos y muchos jóvenes reaccionaron con pedradas contra la policía.
“No somos invasores. Ocupamos un edificio abandonado, vacío”, dijo entre gritos, Joana, una joven que iba con un bebé en brazos escapando del tumulto por la céntrica calle Santa Efigenia.
“Los moradores comenzaron a arrojar objetos contra los agentes policiales. Y otras personas aprovecharon la confusión para atacar a los policías”, comentó, por su parte, el jefe del operativo, coronel Glauco Silva de Carvalho, a periodistas.
El desalojo fue ordenado por la jueza civil Maria Fernanda Belli a pedido de la empresa propietaria del inmueble, Aquarios Hotel Limitada, informó un portavoz del gobierno del estado de Sao Paulo.
Según la policía, este desalojo se produjo luego de que fracasaran otros dos en junio.
La secretaría municipal de Habitación de la alcaldía de Sao Paulo ofreció alojamiento para las familias, tras los disturbios y los saqueos realizados por decenas de jóvenes.
Algunas tiendas de telefonía fueron destruidas y gran parte del comercio de la región central, cerca de donde está ubicada la sede de las Bolsa de Valores de Sao Paulo, bajó sus persianas.
Varias barricadas fueron montadas por las personas que protestaban y que enfrentaron con piedras a la policía.
El movimiento social que da respaldo a las ocupaciones de edificios abandonados en el centro de la ciudad sostiene que las autoridades no cumplieron con el acuerdo de poner a disposición de los habitantes del edificio camiones de mudanza.
El conflicto obligó a las autoridades a cerrar el tránsito por varias vías y al comercio a cerrar sus puertas, con lo que terminó paralizando por varias horas a parte de la mayor ciudad del país como no se veía desde las protestas de junio del año pasado, cuando millones de brasileños salieron a las calles para reivindicar mejores servicios públicos.
El hotel que fue desalojado está ubicado en una esquina emblemática de Sao Paulo, el cruce de Ipiranga y Sao Joao, que inspiró una de las más famosas canciones del cantautor Caetano Veloso, “Sampa”, cuando congregaba el glamour de la metrópoli en los años setenta.
Los manifestantes se dispersaron por el centro de la ciudad y a 500 metros del hotel desalojado provocaron la imagen más fuerte: un autobús de pasajeros incendiado frente al Theatro Municipal, uno de los lugares más famosos de la ciudad, a 100 metros de la alcaldía municipal y enfrente del centro comercial Light.
La policía lanzó balas de goma y gases lacrimógenos durante los enfrentamientos callejeros que se repitieron entre puntos turísticos como el Vale de Anhangabaú y la Plaza de la República.
El centro de Sao Paulo, según los movimientos sociales, se ha convertido en víctima de la especulación inmobiliaria y varios de sus edificios históricos han sido abandonados.
El déficit de vivienda de la ciudad de Sao Paulo era en 2013 de 670 mil domicilios, de acuerdo con la Secretaría Municipal de Desarrollo Urbano (SMDU).
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