Los cambios en las televisoras siempre son buenos, y más si se busca favorecer a la audiencia. La vida es movimiento y la competencia es cada vez mayor. Pero si los cambios se hacen sin estrategia y para ver qué pasa, entonces sí hay problemas serios.
No se puede pensar en darle un giro a toda la programación buscando mayores niveles de audiencia, hay que hacer estudios de mercado para saber qué es lo quiere ver el público.
En Azteca falta orden para dirigir el rumbo de la programación, pues si cada quien piensa en los proyectos que le convengan, no se trabaja en equipo, ni se busca el bien común.
Una prueba de lo que comento es que ya se había anunciado el estreno de una nueva temporada de Sexos en guerra, y ya con programas grabados la empresa decidió posponer el estreno, que se llevaría a cabo el 7 de septiembre, pues hasta esa semana se dieron cuenta que no sería el programa adecuado para competir con La Voz… México, de Televisa ¿Nadie se dio cuenta antes de ese pequeño detalle?
Todos los que nos dedicamos a esto sabemos del éxito que ha tenido la cuarta temporada de La Voz… y era obvio que Sexos en guerra no podría ser un rival fuerte. Así que el programa regresará hasta 2015, pero mientras ya se gastó mucho dinero en grabaciones, vestuario y los conductores, Karla Díaz y Carlos Marmen, quienes estaban muy emocionados, se quedaron sorprendidos con la noticia, pues habían cancelado muchos compromisos por hacer dicha emisión. Era lógico que ellos no podrían competir con Ricky Martin, Laura Pausini, Yuri y Julión Álvarez.
No hay que olvidar que el televidente busca los programas que le gustan, y si por ideas o gustos personales se quitan o se ponen sin previo aviso, no hay un seguimiento y se le falta el respeto a la audiencia, quien ahora no batalla y simplemente le cambia en busca de una mejor opción.
Hay más… pero hasta ahí les cuento.
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