El colectivo de hackers Anonymous, que se infiltró en el servidor de San Lázaro el pasado 15 de septiembre, además de obtener acceso a archivos de los legisladores federales y tomado el control de la pagina del recinto legislativo durante media hora, colapsó el sistema de solicitudes de información de transparencia de la Cámara de Diputados, el cual no ha sido reparado.
“Fue un intento con éxito de hackeo (intervención) en la página de la Cámara de Diputados. Por lo pronto no podemos controlar el acceso de los usuarios, no podemos responder y tampoco recibir las solicitudes”, confiaron a 24 HORAS empleados de la Unidad de Transparencia del recinto parlamentario
Uno de los brazos de Anonymous en México (identificado como Mexican H. Team) anunció que con su intromisión, llamada “Operación Tequila”, pudo acceder a archivos cibernéticos con información referente a las actividades parlamentarias, e incluso de empleados de la Cámara y de los propios diputados federales.
Entre los archivos vulnerados por los activistas cibernéticos están datos biométricos, constancias, incidencias, hemerotecas, iniciativas, manuales, servicio móvil, así como un apartado de archivos privados de los 500 legisladores y su personal más cercano.
“Tenemos problemas de seguridad que aún los ingenieros están tratando de controlar. Sabemos que algunos datos personales fueron vulnerados e incluso difundidos por internet, pero esperamos que en las próximas horas quede reparado el error”, sostuvieron las autoridades de San Lázaro a este diario.
Sobre este tema, Jorge Hernández, profesor de la UNAM y especialista en sistemas de seguridad cibernética, aseguró que los intrusos pudieron tener acceso a información privada, clasificada y de carácter nacional; por ejemplo, el intercambio de correos electrónicos entre los representantes de los poderes Judicial y Ejecutivo con el Legislativo.
“Esta información podría poner en riesgo incluso la situación de la política nacional, si es que se dan a conocer conversaciones diplomáticas, o entre los otros representes de los poderes de la Unión, consideradas como de alto riesgo”, aseguró el catedrático en entrevista.
Recordó que en décadas pasadas funcionaba el clásico teléfono rojo, línea que garantizaba una conexión segura con el Presidente de la República en turno y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para atender asuntos muy delicados.
“Recordemos que hace décadas se usaba con singular trascendencia el teléfono rojo, que cuando sonaba, se predecía que el Presidente de la República estaría del otro lado del auricular, ahora os tiempos han cambiado y las conversaciones podrían estar incluidas en alguna base de datos a las que pudo acceder el intromisión”, explicó el experto.
Aunado a esta filtración cibernética, la Cámara de Diputados no ha podido reparar el error para ingresar al nuevo sistema de información pública desde el 1º de septiembre, fecha en que cambió de plataforma.
Sobre esto último, legisladores panistas señalaron como responsable al presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Silvano Aureoles Conejo, ya que “es el órgano de gobierno el que debe garantizarle a los ciudadanos su derecho a acceder a la información que requieran”.
“Ninguna acción derivada de una circunstancia tecnológica debe llevarnos a incumplir con nuestro reglamente interno. Es necesario que ,de forma inmediata, el órgano responsable, que es la Mesa Directiva, cumpla con esta obligación y no debe en entredicho a los 500 diputados”, aseguró el vocero de la fracción de PAN, Juan Pablo Adame.
La Unidad de Transparencia invirtió en este año 511 mil 46 dólares (unos 7.2 millones de pesos) para adquirir diversos paquetes informáticos con la intención de prevenir este tipo de ataques cibernéticos.
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