La secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, aseguró que el gobierno federal puso en marcha una política social de nueva generación que rebasa la visión del asistencialismo y entiende que los derechos sociales deben ser ejercidos a toda plenitud y sin excepción.
Al comparecer ante las Comisiones de Desarrollo Social, Igualdad de Género, Asuntos y Derechos de la Niñez de la Cámara de Diputados, por la Glosa del Segundo Informe, la funcionaria comentó que esta política atiende una primera realidad, la dinámica de la pobreza en México.
Esa problemática, dijo, no se ha modificado sustancialmente en las últimas décadas, por lo que requería de una cirugía a fondo, de un replanteamiento y una reflexión, que permitiera entender el por qué pese a los cuantiosos recursos destinados a esta estrategia social la pobreza en el país se mantiene prácticamente igual.
Asimismo dijo que la Cruzada contra el Hambre cubrió este año a más de tres millones de mexicanos, de los 7.1 millones que se planteó como meta.
Entre los avances de la Cruzada, Robles subrayó la puesta en marcha de cuatro mil 522 comedores comunitarios en donde se atiende a medio millón de niños, mujeres lactantes y adultos mayores.
Dijo que la tarjeta Sin Hambre se entregó a 556 mil familias, con lo que más de dos millones de personas tienen acceso a 15 productos de la canasta básica.
Defiende nuevo programa Prospera
La transformación del programa Oportunidades a Prospera no se trata sólo de un “cambio cosmético”, sino de una evolución de fondo que forma parte de una política social de nueva generación que rebasa la visión del asistencialismo, respondió Rosario Robles ante los cuestionamientos de diputadas.
“De ninguna manera se trata de cambio cosmético, de un cambio de nombre. Se trata de decir que es insuficiente la transferencia monetaria para romper el círculo de pobreza. Con Prospera retomamos lo positivo de Oportunidades, pero lo ampliamos porque sólo la inclusión productiva laboral y la mejoría del ingreso va a permitir generar mejores condiciones de bienestar”, explicó la funcionaria.
Robles Berlanga dijo que Prospera no es un programa de asistencia, sino de inclusión social.
Destacó además la adición financiera y productiva al programa, ya que, aseguró, “la política social y la económica tienen que caminar juntas, por lo que no pueden ir separadas ni divorciadas”.
“No hay en México un programa de inclusión financiera para 6.1 millones de familias que les permita tener acceso a un crédito barato a una tasa de 9.9% anual en plazos muy favorables; no hay ninguna institución ni de la banca mexicana ni de servicios financiero, ni instituciones que lleguen a este sector de la población. Es el programa de inclusión financiera más ambicioso de América Latina”.
De acuerdo con la funcionaria, la inclusión financiera a través de créditos, programas de ahorro y los seguros, y la inclusión productiva por medio de 15 programas de diversas secretarías, así como la incorporación en empleo y la formalidad, dan a Prospera una nueva visión para que la población no se quede estancada.
Con estos cambios, Robles Berlanga aseguró que Prospera logrará lo que no pudo conseguir Oportunidades: romper con el círculo intergeneracional de la pobreza en México.
GH | DE