WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó hoy una ley que amplía la autoridad del Pentágono para entrenar y armar a los rebeldes sirios en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS en inglés), después de su aprobación esta semana por ambas cámaras del Congreso.
Obama rubricó una ley presupuestaria que financia las actividades del Gobierno federal hasta el próximo 11 de diciembre, y que incluye una enmienda que concede al Departamento de Defensa la autoridad necesaria para entrenar a unos cinco mil rebeldes sirios y proporcionarles armas para que combatan a ISIS desde dentro de Siria.
El Pentágono aseguró hoy que comenzará “muy pronto” el proceso de selección de rebeldes moderados sirios para que sean entrenados en instalaciones de Arabia Saudí, pero que llevará “entre 8 y 12 meses” antes de que puedan regresar a su país para luchar contra ISIS.
El portavoz del Pentágono, contraalmirante John Kirby, señaló que el proceso de selección tomará “entre tres y cinco meses“, y se produciría de manera coordinada con las agencias de inteligencia estadounidenses y el gobierno de Arabia Saudí.
Obama agradeció el pasado jueves al Congreso su “rapidez y seriedad” a la hora de autorizar el entrenamiento y formación de los rebeldes sirios, aprobado ese mismo día en el Senado y el miércoles en la Cámara de Representantes.
“Somos más fuertes como nación cuando el Congreso y el Gobierno trabajan juntos”, destacó ayer el presidente en un discurso.
“Los estadunidenses no nos rendimos ante las amenazas. Cuando nos amenazan, eso no nos divide, nos une. Nos ponemos juntos a defender este país y a garantizar que se hace justicia”, añadió el mandatario.
Obama considera que no necesita autorización del Congreso para actuar militarmente de forma directa contra el Estado islámico, pero sí la requería para proporcionar armas o entrenamiento a un tercer actor, en este caso los rebeldes sirios, según lo dispuesto en el “Título 10” del Código de Estados Unidos.
Estados Unidos ha proporcionado desde mediados del año pasado armas ligeras y entrenamiento a rebeldes sirios desde Jordania, pero lo hacía de forma encubierta, a través de un programa de la CIA.