CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco y la presidenta argentina, Cristina Fernández, almorzaron hoy en la residencia vaticana de Santa Marta, después de que ser invitada a principios de este mes.
Es la cuarta reunión que mantienen después de haberse visto el 18 de marzo de 2013, el 28 de julio de 2013 y el pasado 17 de marzo.
La presidenta argentina llegó a Santa Marta a las 12.30 hora local (10.30 GMT) en un automóvil con banderas argentinas y acompañada de la comitiva de funcionarios integrada, entre otros, por el secretario General de la Presidencia, Óscar Parrilli.
Lo hizo vestida de negro, con sandalias de tacón y con un sombrero, respetando el protocolo.
A su llegada fue recibida por el secretario personal del papa, el arzobispo alemán Georg Gänswein y, ya en el interior, la esperaba el papa Francisco, con quien intercambió unas palabras en privado durante 15 minutos.
Posteriormente, se sumaron a ellos la comitiva de funcionarios que la acompañaba, así como representantes de diversos medios argentinos.
La presidenta argentina le regaló al papa una tabla con la imagen de la Virgen de Luján, un retrato de Jorge Bergoglio con estética “pop art” y un cuadro de Eva Perón.
Después de este momento, que duró unos 30 minutos, el papa y Fernández celebraron un almuerzo privado.
Esta invitación fue aceptada el pasado 8 de septiembre por Fernández a través de su perfil en la red social de Twitter, donde también publicó la carta manuscrita del papa.
“Me escribe @Pontifex_es ‘Sería un gusto si aceptara pasar por Santa Marta para el almuerzo del 20’. Claro que sí”, escribió entonces.
Tras el encuentro con Francisco, Fernández se dirigirá al aeropuerto romano de Ciampino para viajar a Nueva York, donde participará en la 69 Asamblea General de las Naciones Unidas.
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