MADRID. El religioso y cirujano Manuel García Viejo, director de un hospital en Sierra Leona, es el segundo español infectado por el ébola y, al igual que sucedió con el primer afectado, será repatriado, anunció hoy el Gobierno de España.
El director médico del Hospital San Juan de Dios en la ciudad de Lunsar (Sierra Leona) manifestó su deseo de ser trasladado a España, según informó el Ministerio español de Sanidad.
García Viejo, que lleva casi 52 años en la orden de San Juan de Dios, ha prestado sus servicios durante los últimos 30 años en los países africanos de Ghana, Camerún y ahora en Sierra Leona.
El primer caso de ébola en un español fue el del también religioso de San Juan de Dios, Miguel Pajares, quien fallecido el pasado 12 de agosto en el Hospital Carlos III de Madrid, donde había sido trasladado tras contraer la enfermedad en Liberia.
Pajares había permanecido aislado desde el 4 de agosto en el hospital San José de Monrovia (Liberia), junto a otros trabajadores del centro sanitario, tras la muerte por ébola de su director, el hermano Patrick Nshamdze.
Los análisis confirmaron al día siguiente que Pajares había contraído la enfermedad y el 7 de agosto fue repatriado en un Airbus A310 medicalizado del Ejército del Aire español y en el que además viajaba la monja de origen guineano y pasaporte español, Juliana Bonoha, que no padecía la enfermedad.
Pajares fue tratado en España con el ZMapp, el medicamento que se está administrando en EEUU de manera experimental, y que se puso a disposición de los médicos del hospital Carlos III tras ser autorizado por el Ministerio de Sanidad.
Desde el pasado mes de marzo se intensificó el brote actual de ébola en Guinea Conakry, que se ha extendido a poblaciones de Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Senegal.
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este brote de ébola, del tipo ébola-Zaire, ha infectado a unas 5.500 personas y ha causado más de 2.600 muertos.
La cepa Zaire es una de las más agresivas y letales, dado que tiene uno de los índices de mortalidad más elevados -en torno al 90 por ciento- entre los virus patológicos humanos.
El virus del ébola se detectó por primera vez en 1976 en dos brotes epidémicos casi simultáneos ocurridos en Nzara (Sudán) y Yambuku (República Democrática del Congo) y es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga por contacto directo con sangre, líquidos orgánicos o tejidos de las personas infectadas.
Hay cinco variedades del virus del Ébola: Sudán, Zaire, Reston, Côte d’Ivoire y Bundibugyo, de las cuales, Sudán, Zaire y Bundibugyo se han asociado a importantes brotes de fiebre hemorrágica en África y es una de las enfermedades más mortíferas para el hombre al provocar brotes epidémicos con una tasa de mortalidad del 25 por ciento al 90 por ciento.
Los primeros síntomas de esta enfermedad son fiebre repentina y alta, debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta, seguidos de vómitos, diarreas, erupción cutánea, funciones renales y hepáticas alteradas e intensas hemorragias internas y externas.
El periodo de incubación -intervalo desde la infección hasta la aparición de los síntomas- varía de 2 a 21 días.
MG