No sólo es la ciudad de las caipirinhas, la bossa nova, Os Gêmeos, Herbert Baglione y Eduardo Kobra. Los misterios que alberga Sao Paulo te acompañan desde que bajas del avión y comienzas a viajar entre sus venas, andando entre los millones de edificios repletos del pixaçao, túneles con piezas únicas de los mejores street artists y graffiteros, hasta que finalmente llegas al que será un refugio artístico, en el marco de la 31a Bienal de Sao Paulo que, como su nombre lo dice es: Made by… Feito por Brasileiros.

Saner2_16-copia-386x580Saner formó parte de la sección de street art en uno de los proyectos pioneros en Sao Paulo, Brasil. Esta exposición de arte, con miras internacionales, reunió a más de cien artistas que se presentaron en el antiguo Hospital Matarazzo. En gran medida, el propósito es insuflar de nueva energía este espacio, con algunos de los nombres más importantes del arte contemporáneo, antes de que sea completamente remodelado. El espacio busca ser, más bien, una plaza pública dedicada al arte público, con el propósito de poner de relieve el poder de la creatividad en Brasil y América Latina hoy en día.

Saner, quien comenzó su carrera desde los tres años y empezó con el grafitia la edad de 17, tras egresar de la FES Acatlán, como diseñador gráfico, se ha dedicado a plasmar personajes en muros de todo el mundo, por medio de una gráfica perfectamente lograda, además de una estética única que reinterpreta la cultura mexicana y se desdobla como proyecciones de cada una de las otras culturas en las que se ve inmerso con el paso de los viajes y de las ciudades que transita año con año.

Para este proyecto en específico, su participación fue a través de LUISAVIAROMA, y gracias a la invitación de Juxtapoz Latin America, Saner consideró que la unión de estas dos publicaciones hizo posible su visita a tierras brasileñas.

En paralelo a la Bienal de Sao Paulo, la exposición reunió a importantes nombres como Adel Abdessemed, Moataz Nasr, Jean Michel Othoniel, Joana Vasconcelos, Francesca Woodman, Melanie Smith, Tony Oursler y Kenny Scharf, junto a nombres consagrados de Brasil arte como Tunga, Henrique Oliveira, Carlito Carvalhosa, Beatriz Milhazes, Iran do Espírito Santo, Cildo Meireles, el proyecto de Choque Cultural, a cargo de Baixo Ribeiro, Nuno Ramos y Vik Muniz.

Por otra parte se dio promoción al nuevo tomo de “Made by”, una colección concebida por una galería francesa y Enrico Navarra, editorial de la casa, que ya han retratado la escena contemporánea de China, India, Tailandia y EUA. Logrando así, consagrar en libros más de tres años de investigación, viajes y entrevistas con los actores principales creativos brasileños: artistas, coleccionistas, críticos, artistas gráficos, diseñadores, arquitectos y profesionales de instituciones de la moda. El resultado se compila en una edición elaborada con más de 1.300 páginas, dividido en tres volúmenes, que navega por más de 400 retratos de héroes creativos esbozadas en sus residencias y espacios de trabajo.

En cuanto al contexto del mural realizado por Saner, éste lleva por título “El encuentro de dos culturas”, el mural habla de la identidad que he ido encontrando en todos los símbolos e iconos de culturas indígenas de diferentes países pero que al final son similares a las de la cultura mexicana.

Desde mi mundo siempre ha existido una fraternidad y el hecho de re-descubrirnos y volvernos a unir podría generar un mayor conocimiento a nivel global (porque ahora mismo somos sólo una masa que devora y devora) pero si recordamos el pasado, había una conexión de respeto hacia la madre naturaleza; obviamente eso fue un ciclo y se acaba, pero tal vez podríamos tener un cambio necesario en este momento y también de eso habla el corazón que está en medio de la pieza”,argumentó Saner.  

A través del encuentro entre ambas culturas, el corazón del Amazonas representa el alma y la resistencia de energías históricas que son parte de esos sentimientos encontrados que se generan a partir de los choques y al final se convierten en los encantos y la esencia que hace única la manera en que América Latina se mira desde fuera y se proyecta hacia dentro. En pocas palabras, nuestro encanto y maldición como culturas mestizas, productos de las conquistas.

Para Saner cada proyecto representa una nueva oportunidad de aprender y crecer, no sólo como artista, sino también como individuo, “cada año trabajo, trabajo y trabajo y el secreto es ser constante. Esa evolución ha sido algo inconsciente pero también se ha visto con el resultado de cada pieza. Siempre he dicho que cada vez que sales hay que dar el máximo y eso me ha permitido estar cada vez en más lugares. Cuando inicié no lo veía como un objetivo claro de lo que iba a suceder, simplemente pintaba por gusto”.

Con cuaderno y pluma en mano, Saner habla de la manera en la que se funde con las piezas que él mismo crea. Siempre pensando en lo que falta por detallar, también hay momentos en los que es capaz de hacer un alto y recibir la constante del viento en la cara y escuchar esa música que lo hace sentirse afortunado en el mundo.

“El hecho de detenernos en cierto momento es necesario; es decir, corremos y corremos con tal de llegar a una supuesta meta que tal vez no alcancemos. Se trata de disfrutar los instantes de trabajo en los que estamos situados, hacer una charla interior y apreciar la vida.”

Sin embargo, para él la realidad es que “mientras el trabajo siga saliendo y tenga la oportunidad de liberarse (porque así es como yo lo veo) que se libere de esta locura”, su manera de interpretar el mundo podrá ser asimiladas a través de los ojos de los otros, que al final de día, también son parte de este ciclo de retroalimentación en el arte.

Para nosotros fue un privilegio formar parte de este proyecto con Saner como nuestra representación del street art y creativo de la casa, con una reciente exposición individual en el Museo de Arte Contemporáneo de San Luis Potosí, en México, quien se unió a la familia de LUISA VIA ROMA, importante tienda online italiana que representa un espacio trendsetter en cuanto a moda y tendencias en Europa, donde además se presentó el artista mexicano Héctor Zamora, quien ha participado en proyectos a gran escala en la Bienal de Venecia y el Jardín Botánico Christchurch en Nueva Zelanda, logrando así unir el arte gráfico y la instalación en el espacio público.

Es innegable que México, y sobre todo el street art, posee un espacio especial en el mundo del arte contemporáneo, logrando una consolidación importante de la mano del francés Marc Pottier y el estadounidense Simon Watso, dos de los curadores más importantes a nivel internacional.