WASHINGTON. El Servicio Secreto ordenó aumentar la vigilancia alrededor de la Casa Blanca, después de que un hombre lograse el viernes pasado saltar la verja y acceder por la puerta norte a la residencia del presidente de Estados Unidos antes de ser detenido, indicó hoy el portavoz presidencial, Josh Earnest.
El incidente generó revuelo en Washington al ser la primera vez que un asaltante recorre los 60 metros que separan la verja de la puerta e ingresa dentro de la residencia presidencial, pese a las fuertes medidas de seguridad.
No es infrecuente que los agentes tengan que detener, de vez en cuando, a personas que saltan la valla que protege a la Casa Blanca, pero sí que un intruso pueda acceder a su interior.
En su rueda de prensa diaria, Earnest señaló hoy que la directora del Servicio Secreto, Julia Pierson, ha iniciado un revisión “integral” de lo ocurrido el viernes por la noche.
El vocero indicó que había conversado sobre el suceso con el presidente estadounidense, Barack Obama, quien en el momento del asalto no se encontraba en la Casa Blanca, ya que se había trasladado con su familia a la residencia de Camp David (Maryland) para un fin de semana de descanso.
“(El presidente) estaba obviamente preocupado, ya que su familia vive en la Casa Blanca (…). Pero al mismo tiempo, insistió en su confianza completa en el profesionalismo del Servicio Secreto”, afirmó el portavoz.
Earnest subrayó que la seguridad del emblemático edificio es “compleja” al recordar que es uno de los “lugares turísticos más populares” del país, y en él trabajan numerosos funcionarios y periodistas.
“Esto significa que el Servicio Secreto tiene la complicada tarea de equilibrar la necesidad de asegurar a la familia presidencial a la vez que se garantiza que la Casa Blanca siga siendo la casa de los ciudadanos”, agregó el vocero.
No obstante, sí que reconoció que la puerta norte de la residencia presidencial “permanecerá cerrada” cuando no haya actividades.
Servicio Secreto busca incluir la plaza Lafayette en circuito de vigilancia
Los medios estadunidenses revelaron hoy que el Servicio Secreto valora ampliar la zona de control de los ciudadanos para incluir la plaza Lafayette, donde se encuentra la Casa Blanca en pleno centro de Washington.
Varios medios, entre ellos The Washington Post, criticaron la actuación de los agentes de seguridad, cuya credibilidad se ha visto afectada después de varios escándalos por conductas inapropiadas, entre ellos consumo excesivo de alcohol y visitas a prostitutas, durante viajes presidenciales al extranjero.
Por su parte, el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, urgió a no “precipitarse al enjuiciar lo ocurrido y criticar las acciones de los agentes, quienes tenían solo segundos para reaccionar, antes de contar con todos los hechos”.
“Es importante recordar que el Servicio Secreto sigue siendo uno de los mejores, si no el mejor servicio de protección oficial del mundo”, aseguró Johnson, cuyo departamento supervisa las actividades del Servicio Secreto.
Hallan unas 800 balas y municiones en auto de intruso
El intruso fue identificado como Omar J. González, un veterano de guerra de 42 años y originario de Texas, que había sido destinado a Irak en tres ocasiones y sufre de estrés postraumático, de acuerdo con sus familiares.
En una audiencia judicial, el fiscal David Mudd aseveró que el acusado constituía un peligro para el presidente.
Dijo que unas 800 balas y otras municiones fueron halladas durante el registro del vehículo de J. González. (Con información de Agencias) DM