Peyton Manning se encargó de poner interesante el duelo entre los Broncos de Denver y los Halcones Marinos de Seattle, que pasó de ser un duelo de pocos puntos, con fuertes defensivas haciendo su trabajo y que se cargaba irremediablemente hacia una victoria sin complicaciones de los actuales campeones de la NFL, a un encuentro de alarido que debió decidirse en tiempo extra.

 

Manning concedió su primera intercepción de la campaña en el cuarto periodo, que había comenzado esperanzador para ellos tras conseguir un safety que los acercó 17-5. Después, un touchdown lo puso con la posibilidad de la victoria al acercarlos 17-12, pero cuando Manning lideraba una ofensiva que parecía imparable, vino una intercepción y en la serie subsecuente un gol de campo de Seattle que, con un minuto y 13 segundos, parecía decidir el partido con una diferencia de ocho puntos.

 

Pero Manning lideró la ofensiva que consiguió una anotación a 18 segundos del final, y después envió un pase para la conversión y empató el duelo. Sin embargo, Manning no pudo tener el balón. Seattle tuvo una brillante serie ofensiva inicial en el tiempo adicional que terminó en touchdown, liderada por Russell Wilson, a quien no le hizo mella el safety y la intercepción del episodio anterior, y todo terminó.