El pago de tenencia y altos impuestos así como limitar las deducciones fiscales, son las principales causas que desmotivan la compra de vehículos nuevos, de acuerdo con el Doing Business in Mexico Automotive Industry 2014 de la consultora PwC.
Luis Lozano, socio líder de la industria automotriz de la firma, expuso que el gobierno debe poner de su parte para que repunte el mercado, pues la política económica que ha seguido para incentivar inversiones no ha sido la correcta, “por ejemplo en lo que ha sido la deducción al adquirir vehículos, se mantienen impuestos que no tienen objetivos claros como el que se aplica a automóviles nuevos y el pago de tenencia”.
Dijo que en venta de autos el país está al nivel de Argentina, “cuando México cuenta con un mayor crecimiento económico y más poder adquisitivo”.
Además, no se ha hecho frente a la entrada de vehículos usados en la frontera, por lo que se sigue teniendo un mercado interno “deprimido” en cuanto a colocación de vehículos nuevos, desde hace una década.
“Estimamos que al cierre de 2014 con las ventas de fin de año se alcancen un millón 100 mil unidades vendidas, una cifra que se ha mantenido así desde 2004, cuando hay potencial para colocar más de dos millones”, explicó.
Para el directivo es deseable que todos los estados del país eliminen la tenencia vehicular pues “no tiene razón de ser”, así como reducir las tasas que se cobran por la compra de autos nuevos, pues son el doble de lo que se paga en Estados Unidos, así como mayores incentivos de financiamiento y post-venta por parte de los distribuidores de automóviles.
Al respecto, dijo que han detectado que las promociones agresivas ya no pueden ser temporales, sino que deberán direccionar a vehículos de baja venta para potenciar su colocación, además de planes de financiamiento más accesibles.
También dijo que los altos niveles de inseguridad que prevalecen en algunos estados y ciudades de México, limitan la compra de unidades, principalmente del segmento de lujo.
En cuanto a producción, el especialista estimó que alcanzará 3.5 millones de unidades principalmente por nuevas inversiones de armadoras como Nissan, Honda y Mazda.
Entre las debilidades que podrían repercutir en la industria, mencionó la alta dependencia del mercado estadunidense, la falta de programas de desarrollo de la mano de obra técnica calificada para el automóvil, la alta dependencia de los vehículos de gasolina y la falta de interés del gobierno en el desarrollo de programas de promoción de las compras de coches híbridos o eléctricos.