Buenos Aires. Yolanda Valdespino llegó a Argentina hace tres años para estudiar un posgrado en publicidad, pero, sin tenerlo planeado, terminó desarrollando La Milagrosa, la primera y exitosa marca de salsas artesanales mexicanas en país sudamericano.

10464016_729885170407182_5891531205530904702_nComo les pasa a muchos mexicanos que se van a vivir al extranjero, una de las primeras cosas que extrañó la joven fue la comida, reconocida  por la UNESCO como Patrimonio inmaterial de la humanidad  por su riqueza gastronómica de alto nivel.

“Yo había traído chiles mexicanos para hacer salsas para mí, pero como vivía en un piso compartido y les daba a probar a mis compañeros, me di cuenta de que les encantaban mis salsas”, dijo la mexicana.

El interés de sus amigos por consumir la salsa provocó que la originaria del Distrito Federal pensara en la idea de vender su producto. “Todo fue saliendo de manera espontánea. La idea surgió porque acá en Argentina no hay salsas, la cultura de comer chile no existe. Entonces pensé que sería una buena idea venderla”, agregó al recordar cómo inició esta aventura.

El experimento comercial “pegó” muy rápido, explicó. Ante la demanda creciente de su novedoso producto, se dio cuenta de que valía la pena hacer algo más profesional y creó la marca La Milagrosa, cuyo ícono, que ella mismo diseñó, es un apetitoso chile verde.

Aunque terminó el posgrado de publicidad, Valdespino decidió quedarse a probar suerte en Buenos Aires y se dedicó de lleno a preparar, ella sola, salsas artesanales sin aditivos, conservadores ni colorantes, lo que llama la atención de sus cada vez más numerosos clientes.

Su negocio, además, se ha visto favorecido por las restricciones a las importaciones de todo tipo que ha impuesto el gobierno argentino durante los últimos años. La administración argentina ha frenado, por ejemplo, el arribo de productos de La Costeña, la marca con mayor cobertura en la venta de chiles y salsas en Argentina.

Yolanda Valdespino también descubrió que los chiles sudamericanos no tienen nada para competir con la variedad y el sabor de los mexicanos, porque aunque piquen, “no son ricos”, afirmó.

La joven confesó que todavía se siente sorprendida porque no imaginó dedicarse a la venta de salsas. “Fue algo que ocurrió, no lo planeé. Igual estoy muy contenta porque me va bien. Es algo que me gusta y que la gente disfruta. Además he tenido muy buena respuesta”.

Ahora, tres años después de haber llegado, ahora se dedica a preparar sus salsas, a promoverlas en todo tipo de eventos gourmet, distribuirlas en establecimientos y a venderlas en el mercado que se instala en el tradicional barrio de San Telmo los domingos. Con este negocio le alcanza para mantenerse lejos de casa.

Las dos variedades de salsa macha “picante” y “muy picante”  han tenido buena aceptación, lo que hace pensar que La Milagrosa  llegó para quedarse en Argentina.

¿De qué está hecha La Milagrosa?

La Milagrosa es elaborada artesanalmente con ingredientes selectos. No contiene saborizantes ni colorantes artificiales. Es una conserva natural a base de chiles guajillo, ancho, serrano y habanero;  especias, aceite vegetal, vinagre y un poquitín de sal marina.

Con información de Notimex