Su nombre es garantía de taquilla y de personajes poco usuales en la pantalla grande. Ganador de dos premios Oscar, Denzel Washington vuelve al género de la acción con El Justiciero (The Equalizer), cinta basada en la serie televisiva de los años 80 y en la que vuelve a estar bajo la dirección de Antoine Fuqua, quien lo llevara a ganar el Premio de la Academia en 2001 por su trabajo en Día de entrenamiento.
En El Justiciero, Washington interpreta a Robert McCall, ex militar de operaciones secretas quien, además de haber fingido su muerte para vivir retirado en Boston, padece del Trastorno Obsesivo Compulsivo, lo que complica su vida y relaciones con los demás. Sin embargo, un evento lo hace regresar a la actividad para rescatar a una joven que cae en manos de la mafia rusa.
“Robert no es el típico hombre de acción”, señaló Washington al sitio Collider.
“Es un hombre que tiene problemas por su trastorno mental, elemento que añadimos al guión para hacerlo más interesante después de haber hecho una larga investigación al respecto”, añadió.
“Robert es un tipo que está tratando de dejar su pasado atrás y se encuentra retirado, trabajando en un supermercado, pero su vida no es sencilla. Es un hombre que acepta que ha hecho cosas terribles en su vida y de las cuales no se siente orgulloso”, añade el también intérprete de Hombre en llamas y Gloria, quien comentó que suele escoger sus proyectos dependiendo de la historia que le presenten.
“Creo que para que algo me atraiga tiene que ser algo interesante y que, además, no haya hecho con anterioridad. No necesariamente tiene que ser un personaje que tenga cualidades de redención, no es lo que busco. Lo que quiero es algo que me rete”.
Acerca de volver a trabajar con Fuqua, Washington dejó en claro que esa fue una de las razones principales para aceptar el papel.
“Es algo extraordinario. Ya hemos tenido éxito al trabajar juntos, y el saber que él se haría cargo de la dirección fue lo que me llevó a aceptar el reto. Lo hizo más sencillo, pues ya sabemos qué es lo que nos gusta y no nos gusta hacer en el set. Es un gran cineasta, además de que es un gran amigo en lo personal”.
Finalmente, señaló que lo sorprendió el talento de su coestrella en el filme, Chloë Grace Moretz, quien tiene 17 años y a quien definió como toda una profesional.
“Me recordó a cuando trabajé con Dakota Fanning, en el sentido de que a pesar de que son jóvenes son todo profesionalismo. No importa qué edad tengan, son responsables y un deleite trabajar con ellas. Chloë tiene una estrella que eclipsa a otros actores y su personaje es sustancial en la historia. Sin ella no habría sido lo mismo”, concluyó.
