NUEVA YORK. A Derek Jeter sólo le queda decir adiós. Por ahora, cuando ya se discute si su entrada al Salón de la Fama será automática y unánime, el capitán digiere la amargura de una temporada marcada por el fracaso de su equipo.
Los Yanquis de Nueva York quedaron eliminados de la lucha por el pase a la postemporada, luego que desperdiciaron una ventaja de tres carreras al sucumbir ayer 9-5 ante Nelson Cruz, quien pegó su jonrón 40, y los Orioles de Baltimore.
“Pega duro, porque uno juega en busca de ese objetivo. Es una sensación fea”, dijo Jeter.
Como bateador designado, Jeter se fue de 4-0 en su penúltimo juego con el uniforme de rayas, poniendo fin a una racha de siete partidos seguidos conectando de hit, y su promedio declinó a .253.
Se trata de la primera vez desde 1992 y 1993 que los Yanquis quedan fuera de la postemporada en años consecutivos. La única otra vez que Nueva York se perdió acudir a los playoffs con Jeter, el capitán que se retira tras 20 campañas, se produjo en 2008.
Cuando Jeter salga hoy a jugar —si es que se puede debido al pronóstico de lluvia que hay para la noche—lo hará por última vez en el Bronx con su equipo, aunque aún quedará un duelo más de la temporada, ante los Medias Rojas en Boston.
Aunque Jeter vivió una temporada de ensueño, ovacionado en cada estadio donde se paró, nada asegura que dentro de cinco años, cuando sea elegible para ingresar al Salón de la Fama, el capitán de los Yanquis sea elegido de manera unánime. Pero eso no sería raro, pues estaría en la misma situación de otros grandes: Babe Ruth, Ty Cobb, Ted Williams, Willie Mays, Hank Aaron, Cal Ripken Jr., todos fueron dominantes en su época y se quedaron cortos. El pitcher Tom Seaver, quien obtuvo el mayor porcentaje de votos en la historia, no recibió la aprobación de cinco votantes.