El caso de Ricardo Adair Coronel Robles, joven con síndrome de asperger que llevó su juicio hasta la Suprema Corte, fue puesto como ejemplo por el Gobierno Federal ante la ONU como una muestra de la impartición de justicia a favor de los grupos vulnerables en México.
La semana pasada Ricardo Adair dio un mensaje ante el Comité de la Organización de la Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, sobre su proceso judicial al buscar su autonomía a través de juicios legales.
Sin embargo, a un año que la Corte falló a favor de Ricardo Adair, el Juez 35 de lo Familiar del Tribunal Superior de Justicia del DF, Fernando Bárcenas Vázquez no ha cumplido con la determinación del Máximo Tribunal y proceder a dictar una sentencia con base a estudios de expertos en la materia.
El abogado Andrés Aguinaco Gómez-Mont refirió que en días pasados el juez le adelantó que será en las próximas dos semanas cuando esté en posibilidades de dictar la sentencia, pues por el momento se evalua cuál sería el grado de autonomía que se le podría otorgar.
Detalló que dos de los psicólogos que le hicieron las respectivas entrevistas al joven de 26 años le dieron una baja calificación en cuanto a su capacidad de realizar tareas comunes, pero que en sí mismas implican un riesgo para él, explicó el abogado.
Consideró que se está aplicando un criterio tradicional con base a los fundamentos de la medicina, psiquiatría y psicología ortodoxos ajenos a los cambios sociales, legales y culturales en materia de grupos vulnerables, como pueden ser las personas con capacidades diferentes.
Dijo que esperarán primero a que se cumpla en el plazo que el juez ha fijado, y segundo a verificar cómo se da la resolución judicial, y si cumple con los preceptos que la propia Corte dictó en su resolución del 16 de octubre del 2013.
Con base en ello, decidirán sí acuden nuevamente a la SCJN para informar que no se cumplió la resolución en tiempo y forma como ordenó el Máximo Tribunal.
El litigante reconoció que el proceso aunque perece sencillo, conlleva una gran responsabilidad pues sentará el precedente de cómo se deben conducir las autoridades en casos similares, cuando personas con capacidades diferentes exijan sus autonomía como individuos sujetos de derechos y responsabilidades.
El “estado de interdicción”, es cuando una persona es declarada judicialmente como incapaz por carecer de aptitudes generales para gobernarse, cuidarse, y administrar sus bienes, por lo que debe ser sometido a la guarda de un tutor.
Sin embargo, en aquellos casos en que las personas con síndrome de insuficiencia intelectual o Asperger, apelen a ser sujetos de derecho quedará a discreción de los jueces familiares si se les permite o no ejercer sus facultades como individuos autónomos.
AH
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