NACIONES UNIDAS. El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, pidió este viernes apoyo internacional para superar el drama de los niños que emigran solos a Estados Unidos y llamó a la ONU a incluir la inmigración en la agenda de desarrollo post-2015.
“Llamo a la comunidad internacional a brindarnos su apoyo para superar la crisis generada por el incremento del flujo de niños migrantesque viajan solos hacia Estados Unidos”, dijo el presidente salvadoreño en su discurso ante el pleno de la Asamblea General de la ONU.
Sánchez Cerén consideró clave afrontar este problema con un enfoque “integral” que brinde protección a los derechos de los niños, garantice que se respeta el debido proceso y apoye la reunificación con sus padres.
Asimismo, abogó por trabajar con las comunidades de origen para generar mejores condiciones y aumentar las inversiones en educación, sanidad y empleo, y pidió a los países de tránsito y de destino que asuman una responsabilidad compartida ante este fenómeno.
En este sentido, aseguró que su país hace sus mejores esfuerzos para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, ofrecer oportunidades a las nuevas generaciones y concienciar a la población sobre los riesgos que implica la inmigración irregular.
Sánchez Cerén invitó a la ONU a asumir un mayor papel en el tema migratorio y reconocer la movilidad humana como un factor relevante en los trabajos de la organización, además de incluirlo en la implementación de la agenda de desarrollo post-2015.
En cuanto al problema de la inseguridad en su país, el presidente aseguró que El Salvador “no descansará” hasta poder garantizar las condiciones necesarias para que sus ciudadanos puedan vivir en paz y con seguridad.
“Todos los sectores de nuestra sociedad se han unido al llamado de nuestro Gobierno y esperamos que la comunidad internacional fortalezca su apoyo a esta titánica lucha que libra El Salvador y Centroamérica contra la violencia”, añadió.
Sánchez Cerén dedicó parte de su intervención a hablar de los esfuerzos de su país para lograr los Objetivos del Milenio y dijo que los próximos meses serán “estratégicos” para establecer una “hoja de ruta” para la nueva agenda de desarrollo.
El mandatario también consideró “urgente” modificar la arquitectura financiera y los instrumentos de cooperación internacional para que respondan a las necesidades de los pueblos con instituciones “eficaces” y mecanismos “transparentes”.
Durante su discurso, el presidente condenó el embargo que impone Estados Unidos a Cuba y pidió que el país sea retirado de la lista de patrocinadores del terrorismo, por considerar su inclusión “infundada” y un argumento para “justificar el bloqueo”.
Asimismo, lamentó la pérdida de vidas humanas por los “ataques injustificados” en Gaza y llamó a “cerrar filas” en la comunidad internacional para frenar las violaciones de derechos humanos del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
También aprovechó para hacer campaña por la candidatura de El Salvador para ocupar un puesto en el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, que se plantea como una oportunidad para seguir con los compromisos internacionales asumidos por el país.
Finalmente, recordó el hito histórico que supuso la firma de los acuerdo de paz en El Salvador.
“Nuestro compromiso es siempre con la paz y todos los ciudadanos del mundo deberíamos convertirnos en artesanos de la paz”, sentenció.
MG