El señor Leonard Cohen es uno de esos genios musicales en el que no sólo los corazones rotos y decepcionados del mundo se reconfortan. Hasta el menos cercano a sus composiciones ha sido tocado por ellas. Lo hemos escuchado en filmes como Asesinos por naturaleza o en series de televisión como Los Soprano.
En su haber Cohen posee historias descabelladas con músicos y productores como Phil Spector mientras grababan “Death Of A Ladies Man”, donde no faltaron las borracheras y un par de pistolas. Cohen no es un hombre que encaje en un momento específico del tiempo en la música. Es folk, pero también grita punk. Cohen se ha forjado un estilo, es casi un género por sí mismo.
Ahora, para conmemorar 80 años de vida, el oriundo de Montreal lanza un nuevo material discográfico titulado Popular Problems. Cohen es
Como advertencia he de decir que para escucharlo hay que ir lento, porque así es como se aceptan las proposiciones musicales llevas de humor, locura, perdón, soledad, oscuridad pero sobre todo sobriedad.
Este nuevo material discográfico resuena duro debido al contenido de las letras y es envolvente. Nos lleva a uno de sus espectáculos bohemios donde el dolor, la pena y la agonía se transforman en voz. Aquí todos morimos un poco cuando escuchamos la desgarradora tesitura del poeta. Este escenario se completa con los ya tradicionales acompañamientos musicales en Cohen: el órgano, los coros femeninos y las secciones habladas. Cohen no es triste, sólo un poco desgarrador, pero siempre agradable.