El mundo recuerda el natalicio 90 de Truman Capote. El periodista polémico, juicioso, excéntrico, capaza de conformar relatos provocativos y misteriosos, iniciar con la nueva ola del periodismo narrativo; y denominarse a sí mismo un genio, amante del escándalo y los excesos.
Considerado uno de los autores más importantes del Siglo XX, Truman Streckfus Persons nació el 30 de septiembre de 1924 en Nueva Orleáns, Estados Unidos. Desde pequeño mostró interés por la escritura, según dijo en distintas ocasiones, era una forma de amparo a su soledad producto del divorcio de sus padres.
Su calidad de escritura permitió su contratación en The New Yorker, a los 18 años. La revista Mademoiselle publicó su primer relato: Mariam; la historia de una niña intrépida, alegre, pero con tintes de maldad. El cuento corto llamó la atención de los críticos por sus tintes realistas, hasta seleccionarlo como parte de la compilación de cuestos del premio O’Henry 1946.
Sus textos solían resaltar por su capacidad de dibujar con palabras encantadoras imágenes procedentes de sufrimiento y horror de la realidad. Su primera novela, Otras voces, otros ámbitos, escrita los 24 años, fue todo un éxito gracias a la crítica y apertura temática.
Después, se sumaron en 1958, Desayuno en Tiffany’s y, posteriormente, la obra que lo consagraría a nivel mundial: A sangre Fría en 1965, la primera novela de no ficción. Años después, en 1980 publicó una antología de relatos y un diálogo en el que se confiesa adicto al alcohol y drogas, homosexual y se autodenomina “un genio”.
Más allá del éxito y reconocimiento como escritor, Truman Capote padeció de diversas depresiones. El libro Conversaciones con Capote, del también periodista Lawrence Grobel, documenta confesiones del escritor, donde no se denominaba una persona feliz, para él sólo
las personas escazas de razón lo eran.
Por años su personalidad irónica, supersticiosa extravagante y caprichosa lo llevó a no iniciar actividades los viernes, evitar las habitaciones de hoteles con números de “mala suerte” y los aviones cuyas listas de pasajeros incluyeran monjas.
El 25 de agosto de 1984, murió a los 59 años, en Los Ángeles California, víctima de flebitis y diversos excesos. Truman Capote, el padre del nuevo periodismo, de la novela de ficción, de más de 20 obras entre cuentos y novelas en un tono agridulce, seductor y realista.
A sangre fría
Este relato de no ficción fue el resultado de un trabajo de investigación de seis años. Su interés inició con el asesinato de una familia en Holcomb, Kansas. Su carácter extravagante le permitió sumar testimonios y documentos en torno al crimen.
Tras la aprehensión de los asesinos, Capote entabló una “amistad” con uno de ellos, Perry Smith, con el fin de que la historia incluyera también su visión y perspectiva de los acontecimientos. El apego con éste impidió la publicación del libro, hasta su ejecución seis años después.
Por la conjunción de realismo y ficción, la novela A sangre fría fue considerada como una innovación en el relato periodístico y fue el parteaguas para la conformación de una corriente denominada “nuevo periodismo” que persigue un hecho mediante una investigación exhaustiva, narrada en un tono literario.
Capote en la pantalla grande
La obra Desayuno en Tiffany’s fue llevada a la pantalla grande en 1958 con Audrey Hepburn como protagonista. Aunque la película mereció nominaciones al Óscar por mejor actuación, guion adaptado y dirección artística, sólo ganó en las categorías de mejor canción y banda sonora.
En 2005 con el propósito de reconocer la obra y vida del escritor norteamericano, se entrenó el filme biográfico Capote, protagonizado por Philip Seymour Hoffman al que se le otorgó el máximo galardón que otorga la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas como la mejor interpretación protagónica.
Obras más reconocidas
- A sangre fría
- Otras voces, otras ámbitos
- Desayuno en Tiffany’s
- Música para camaleones
- Mariam
- Una guitarra de diamantes
- Plegarias atendidas
“Quisiera rencarnar en un buitre, porque los buitres son libres y simpáticos. A nadie le gustan. A nadie le importa lo que hacen. No hay que preocuparse ni por amigos ni por enemigos. Simplemente están ahí, aleteando, pasándolo bien, buscando algo que comer”.
Truman Capote