LONDRES. El primer ministro británico, David Cameron, envió hoy un rotundo mensaje a los ciudadanos que viajan a Irak y Siria para luchar con el Estado Islámico (EI) al advertirles de que son “enemigos del Reino Unido”.
En el discurso de clausura del congreso del Partido Conservador en Birmingham (centro de Inglaterra), insistió en que su gobierno hará “todo lo posible” para impedir que más jóvenes de este país vayan a combatir con los islamistas radicales.
“Habéis declarado vuestra lealtad. Sois enemigos del Reino Unido y seréis tratados como tales”, dijo a los yihadistas británicos que se encuentran actualmente en Oriente Medio.
A quienes “han tenido todas las ventaja de haber sido criados en el Reino Unido pero quieren ir a luchar” con el EI, avisó: “Si intentáis viajar a Irak o Siria, utilizaremos todo a nuestra disposición para deteneros”.
“Os quitaremos el pasaporte, os procesaremos, os condenaremos, os pondremos en prisión. Si estáis ya allí, podemos impedir que volváis”, afirmó.
La ministra británica del Interior, Theresa May, anunció ayer en su intervención en el congreso la cesión de más competencias a la Policía para que pueda confiscar el pasaporte en el aeropuerto a sospechosos yihadistas.
En su discurso, Cameron, que espera revalidar su cargo de primer ministro en las elecciones generales del próximo mayo, defendió la participación del Reino Unido en los ataques aéreos liderados por los Estados Unidos contra posiciones del EI en Irak, país que solicitó expresamente ayuda.
“Actuamos en asociación con varios países incluidos los de la región pero seamos claros: no hay opción de ignorar lo que pasa”, aseveró.
“Si no nos ocupamos de ISIL (como Londres llama al EI), ellos se ocuparán de nosotros, trayendo terror y asesinatos a nuestras calles -manifestó-. Como siempre en este partido, haremos lo necesario para que nuestro país sea seguro”.
Aviones de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) atacaron hoy por segunda vez posiciones del Estado Islámico en Irak, tras sumarse a la operación el fin de semana, después de que Cameron obtuviera el viernes la aprobación del Parlamento. DM