Washington. La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, confía en que el Congreso de Estados Unidos ceda en su bloqueo a la reforma del organismo, la cual busca reforzar los recursos de la institución y aumentar la participación de los países emergentes en consonancia con su mayor peso en la economía global.

 

El Congreso de Estados Unidos, el país con más poder en el Fondo y el único con capacidad de veto, rechazó en abril pasado el proyecto impulsado en 2010.

 

Con la reforma, China se convertiría en el tercer mayor miembro del FMI y otros tres más, Brasil, India y Rusia se incorporarían a los 10 primeros, pero el cambio requiere el apoyo de 85% de los votos y EU, con 16.7%, tiene la reforma congelada

 

“La reforma de gobierno y cuotas del 2010 es algo impostergable, tiene que ser implementado y cada uno sabe que está actualmente detenida ante el Congreso de Estados Unidos”, dijo.

 

Cuestionada al respecto durante la rueda de prensa previa al inicio formal de trabajo de la reunión anual de otoño del FMI, Lagarde dijo que la ratificación de la reforma de gobierno y del sistema de cuotas aprobada en 2010 y prevista para ser implementada en 2012, sigue retrasada.

 

“Nosotros esperaríamos que las diferentes ramas de las autoridades del gobierno, legislativo y ejecutivo, entiendan la relevancia de tener un fondo que es representativo de la economía global e incluya la gente que debe sentarse en la mesa”, indicó.

 

Los republicanos han bloqueado hasta ahora todo intento de la Casa Blanca para aprobar la propuesta de reforma, que fue incorporada en el presupuesto de gastos presentado por Obama para el año fiscal 2015, sin éxito.