RÍO DE JANEIRO. El prestigioso epidemiólogo nigeriano Chikwe Ihekweazu aseguró que considera “muy difícil” que el virus del ébola se extienda por Occidente “si todo se hace bien” debido a lo avanzado de sus equipamientos y de sus instalaciones hospitalarias.

 

“Es imposible aislar los países y seguramente se producirán nuevos casos, pero es muy difícil que se produzca una gran expansión del virus en Occidente si todo se hace bien”, dijo Ihekweazu en entrevista.

 

“Lo más difícil de todo es lidiar con la histeria colectiva que las enfermedades infecciosas generan”, aseguró el especialista, uno de los asesores del Gobierno nigeriano en la gestión de la crisis del ébola en el país y que participa esta semana en Río de Janeiro en la conferencia anual de la TEDGlobal 14.

 

El epidemiólogo, cuya presencia en Río coincidió con el anuncio del Gobierno brasileño de que aisló en un hospital de esta ciudad a un guineano que es el primer sospechoso de ébola en Latinoamérica, afirmó que el esfuerzo de los Gobiernos debe centrarse en “cortar la cadena de contagios entre humanos”.

 

“No hay pruebas de que el virus pueda ser transmitido por aire o agua y tampoco hay pruebas de que eso pueda ocurrir. En teoría, cualquier virus puede mutar, pero ese proceso es muy raro. Hace cerca de siete meses que comenzó la crisis (en Nigeria) y el virus no ha cambiado de ningún modo todavía”, dijo.

 

En relación al caso de la enfermera contagiada en un hospital de Madrid, el primero que se produce fuera del continente africano, el científico aseguró que la persona que corre un “mayor riesgo” es el marido de la sanitaria debido al “posible intercambio de fluidos corporales”.
Del mismo modo, Ihekweazu recordó que lo prioritario ahora es mantener en observación durante tres semanas a las personas que hayan podido mantener contacto directo con la enfermera y realizar un seguimiento diario de su evolución para evitar que “la cadena de contagio se reproduzca”.

 

“Además de las pruebas clínicas, también hay que apoyar moralmente a esta gente. Llamarlas todos los días para ver qué tal se encuentran y darles ánimos. Eso implica a un montón de gente e imagínate lo difícil que es en un país pobre”, aseveró el epidemiólogo.

 

El especialista recalcó que en Nigeria se están produciendo algunos problemas de “índole social”. “Si una madre resulta infectada muchas veces es repudiada por su familia. Hay que tratar este asunto con compasión”, subrayó.

 

En relación a la crisis del ébola en los países africanos, el experto aseguró que es “bastante diferente” debido a que allí “muchos hospitales no dan confianza a los ciudadanos” y agregó que, en la mayoría de los casos, “no están preparados para afrontar este reto debido a que son países con muy pocos recursos económicos”.

 

El científico también indicó que es necesario que los medios de comunicación tengan una “visión global” del tema y que eviten abordarlo como una problemática “local”.

 

“Evidentemente seguirán produciéndose movimientos de gente de países en los que existen muchos casos de ébola hacia otros lugares. En realidad, cada caso es una amenaza para todos porque para el virus no existen las fronteras. Debemos colaborar de una forma global para gestionar y atajar la crisis”, agregó.

 

Sobre la acción conjunta por parte de las naciones, el epidemiólogo aseguró que “al principio la respuesta a la crisis fue lenta” pero que ahora todo se está “moviendo mucho más rápido” y que cada vez se ve a gente de más sitios “trabajando sobre el terreno” para contener la pandemia.

 

En cuanto a la posibilidad de que los animales puedan transmitir la enfermedad a los humanos, el nigeriano no descartó la opción pero apuntó que es algo bastante improbable. “Todavía no ha habido ningún caso documentado. No digo que sea imposible, pero no ha ocurrido nunca. En lo que tenemos que centrarnos es en cortar la transmisión entre personas”, destacó Ihekweazu.
MG