QUERÉTARO.- Experimento fallido. Si el jueves pasado, el Tridespachó a Honduras sin problemas en Chiapas, ayer en La Corregidora de Querétaro, México se enredó con un combinado panameño ordenado, duro, aunque nada extraordinario. Al tricolor le costó empezar el duelo con un cuadro distinto al que arrancó en tierras chiapanecas, tanto que el triunfo sobre Panamá por 1-0 apenas rescata un aburrido encuentro de 90 minutos, en el que pequeñas trifulcas, airados reclamos del técnico Miguel Herrera y largos bostezos de la afición, fueron lo más destacado.
Lo más preocupante para el Tri: la desesperación que se hace presente cuando un rival encuentra la manera de complicar; cuando Javier Chicharito Hernández no anda fino o no tiene suficientes opciones, las alternativas se terminan; Oribe Peralta mantiene su pleito con el gol sin importar si arranca como titular o entra de relevo; Marco Fabián no es el jugador que encaje en el esquema de Miguel Herrera y el volante cementero sigue quedando a deber esa actuación en la que resultó determinante para obtener un resultado positivo.
La Selección Mexicana que se paró en la cancha de La Corregidora tendrá su valor en el proceso sólo al encontrarse con un rival del área empecinado en ensuciar el encuentro con un árbitro rigorista. Nada que disculpe al Tri, por el contrario, el escenario ideal de un partido de eliminatoria centroamericana, en el que, por lo visto en el selectivo, se volvió a fallar porque se cae en desesperación con demasiada facilidad, no sólo en la cancha, sino desde la banca. Ahí, donde se supone que debería permanecer la calma y desde donde deberían de llegar las ideas frescas, pero donde sucede lo contrario.
El Piojo Herrera vuelve a confundir la intensidad. Se enoja, reclama, pierde la compostura y lo anterior lo perciben jugadores y el resto de cuerpo técnico que termina por caer en provocaciones. Tal y como sucedió en el cotejo, específicamente en el caso del auxiliar Santiago Baños que terminó expulsado por los reclamos en los que se enfrascó con el auxiliar de Hernán Darío Gómez, timonel panameño.
Por lo demás, el Tri intentó con lo que mejor sabe, al menos en la etapa del Piojo: explotar las bandas, a veces con Aguilar, en otras con Layún, quien propició el tanto con un disparo que no pudo controlar el arquero panameño, Oribe cedió de cabeza y el Cubo Torres, recién ingresado, consiguió el agónico gol de la victoria sobre el minuto 88 de acción.
Triunfo con gol del Cubo, quien llegó embalado desde la MLS, para salvar una somnífera tarde en La Corregidora y mucho qué pensar al Piojo Herrera sobre los hombres que tendrán la oportunidad de repetir en este largo proceso que apenas inicia.
El Piojo pide no perder la cabeza
Miguel Herrera aceptó que será de suma importancia mantener la calma durante futuros partidos en los que enfrente a rivales del área de Concacaf, después de que se vio involucrado en un altercado que estuvo a punto de terminar en los golpes con el auxiliar técnico de Panamá.
Al finalizar el choque que disputó el Tri ante los canaleros en el estadio La Corregidora, El Piojo aceptó que perdió la cabeza, ya que lo ofendieron y por ello insistió que será necesario no desconcentrarse de esa forma “nosotros nos calentamos, no debemos actuar de esa forma, es difícil pero tenemos que intentarlo”.
Agregó que dicho compromiso sólo es una muestra de lo que les espera en la Copa Oro y en las eliminatorias, con arbitrajes que se inclinan a favor de los rivales y con contrincantes que impidan el buen funcionamiento del tricolor “aunque tendremos que acostumbrarnos a ello, no tenemos otra opción”.
Sobre la ausencia de gol de Oribe Peralta, rechazó que le preocupe, ya que pronto recuperará el nivel que tuvo el año pasado “los goleadores son de rachas, en este momento no ha podido anotar pero ha estado participativo, en cuanto caiga el primero, seguramente vendrán los demás”
Calificó la victoria como un esfuerzo, pero sin gran demostración deportiva. “Hoy ganamos con entrega y determinación, pero poco futbol, es lo que rescato”, sentenció.