El panorama económico global hacia 2015 se ha enrarecido, por lo que es necesario manejar las finanzas públicas del país con mayor prudencia. Estas advertencias que se vienen escuchando insistentemente desde los organismos financieros internacionales no son nuevas.
Ante la incertidumbre de mayores riesgos para la estabilidad de los ingresos, principalmente por menores ingresos petroleros, pero también por menores tasas de crecimiento esperadas en los ingresos tributarios, es razonable mantener un gasto prudente y, sobre todo, un nivel de endeudamiento bajo control institucional que no exponga la confianza ganada ante los inversionistas.
Por eso -entre otras razones- es imperativo abrir el debate sobre la ley de deuda pública en momentos en que el Congreso discute el presupuesto para 2015 y el nivel de deuda solicitado por el Ejecutivo para el próximo año.
En ese sentido México Evalúa ha propuesto en sus “Cinco Puntos de Atención Urgente por un presupuesto realista y sostenible”, la necesidad de “establecer prácticas institucionales para blindar el proceso de suscripción de deuda, ya que la estabilidad y sostenibilidad de las finanzas públicas es un objetivo nacional que no se puede dejar al criterio personal ni profesional de algunos”.
Una propuesta que se materializa reforzando los candados para que el gobierno no contrate más deuda durante el ejercicio sin solicitar la aprobación del Congreso. Y es que se requieren mecanismos reales de control de la deuda consistente con el nivel de ingresos de la economía.
Este blindaje, que debe trascender las lógicas políticas de los gobiernos, debe estar presente en la discusión presupuestal hacia 2015.
SÍGALE LA PISTA…
CAPUFE INCUMPLE. Han transcurrido dos meses desde que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, así como Caminos y Puentes Federales, CAPUFE, prometieron que los usuarios de las autopistas federales de cuota con tarjetas de telepeaje, transitarían por las casetas de cobro con mayor rapidez y sin errores gracias a las “fuertes inversiones en equipos y tecnología” que se estaban llevando a cabo. Ello no ha ocurrido. Los problemas en los carriles exclusivos para los usuarios con tarjetas de telepeaje siguen siendo los mismos.
El sistema es deficiente y lento. En el colmo, en los accesos a los segundos pisos de las vías rápidas en la Ciudad de México, se siguen viendo a empleados que anotan -con cuaderno y lápiz en mano- los códigos de las tarjetas de los usuarios. Ahora sólo restan 18 días para la plena consolidación del sistema, a partir del 1 de noviembre. Pero la triste realidad es que el sistema de telepeaje en las carreteras del país es un verdadero desastre.
EL GIGANTE QUE NO LEVANTA. El letargo en el consumo de las familias les ha pegado a las tiendas de autoservicios que han visto estancados los precios de sus acciones en la bolsa. Una de las acciones más golpeadas ha sido la de Walmart que en el último año ha perdido 3.4%. Más allá de que en estos próximos días Chedraui finalmente anuncie la compra de Comercial Mexicana para consolidarse como la segunda cadena comercial del país, detrás -aunque muy lejos- de Walmart, lo cierto es que el gigante del comercio mundial parece dormido en sus laureles. Y es que desde el escándalo de corrupción en el que se vio envuelto Walmart, Scot Rank y sus huestes siguen sin encontrar la brújula del negocio.
EL FÓSFORO AUSENTE. Uno de los grandes problemas que enfrenta el sector agrícola en el país es la alta dependencia de las importaciones de fertilizantes. De los 4.7 millones de toneladas de fertilizantes que se consumieron el año pasado en el país, tres millones son importados; es decir, 64%.
Y esto es porque sólo nueve millones -de los 16 millones de hectáreas cultivadas en el país- se fertilizan. En realidad, México tendría que importar poco más de dos terceras partes de todos los fertilizantes que requiere el campo. Con la reforma energética el gobierno planteó la urgencia de estimular la producción de fertilizantes a partir de 2015 y, con ello, sustituir las importaciones actuales. Pero a los planes oficiales se les olvidó añadir un ingrediente fundamental para el campo que, además, es escaso en el mundo: el fósforo. Los programas no contemplan este mineral y ya desató la alarma de los expertos.