BERLÍN. El enfermo de ébola trasladado desde Liberia a Alemania para recibir tratamiento murió en la clínica St. Georg de Leipzig (este del país), según informaron hoy los responsables del centro hospitalario.

 

El paciente era un trabajador de Naciones Unidas de origen sudanés, de 56 años, el tercer infectado con ébola trasladado a Alemania desde África.

 

El hombre falleció la pasada madrugada a causa de la grave enfermedad infecciosa, «a pesar de las intensivas medidas médicas adoptadas y de que el personal sanitario ha realizado los mayores esfuerzos», señaló a la prensa local el portavoz del hospital, Martin Schamlz.

 

Tras un primer reconocimiento, la clínica había calificado de «extremadamente crítico» el estado del paciente, aunque se encontraba estable.

 

El enfermo había sido trasladado el pasado jueves desde Liberia en un avión medicalizado adaptado y había quedado ingresado en la clínica St. Georg, uno de los siete hospitales que existen en Alemania con unidades de aislamiento para enfermedades altamente infecciosas.

 

El primer paciente con ébola que recibió Alemania fue ingresado en la clínica universitaria de Eppendorf, en Hamburgo (norte).

 

El paciente, un trabajador senegalés de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se contagió en un laboratorio de Sierra Leona, recibió el alta tras cinco semanas de tratamiento.

 

En la Clínica Universitaria de Fráncfort sigue ingresado un médico ugandés que trabajaba en Sierra Leona para una organización no gubernamental italiana.

 

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores calificó ayer como un ejercicio de «solidaridad» la recepción de enfermos de nacionalidad extranjera en Alemania y avanzó que el Gobierno seguirá atendiendo las peticiones de ayuda que reciba de organizaciones internacionales, de acuerdo con los recursos existentes.

 

El ministro alemán de Sanidad, Hermann Gröhe, afirmó ayer que, según los expertos, la probabilidad de que se registre un contagio de ébola en Alemania a partir de una persona que llegue infectada al país es «muy, muy baja».

 

Gröhe quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a la población tras los casos de contagio registrados en España y Estados Unidos y aseguró a los periodistas que el país está «preparado» para esa eventualidad.

 

Alemania dispone de cincuenta camas para ser utilizadas por pacientes con ébola y cuenta con cuatro aeropuertos preparados para atender casos sospechosos que puedan ser detectados a bordo de un avión.  DM