GINEBRA. El virus del Ébola está en plena expansión geográfica en los tres países más afectados -Liberia, Guinea Conakry y Sierra Leona-, la amenaza se cierne sobre las naciones fronterizas y la falta de personal local e internacional es aún acuciante, pero pese a todo ello la OMS cree que aún es posible atajar la epidemia.

 

 

Esa es la esperanza expresada por el director general adjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Bruce Aylward, coordinador de la respuesta operacional en la lucha contra el ébola.

 

En una conferencia de prensa, el responsable de la OMS destacó dos aspectos, que la situación es grave y va a ser aún peor, por lo que no sólo no hay que bajar la guardia, sino intensificar y multiplicar exponencialmente todos los esfuerzos; pero si todo se implementa correctamente y con prontitud, se puede controlar la epidemia.

 

En la actualidad, se dan un millar de nuevos casos por semana, pero la expectativa es que a principios de diciembre esta cifra aumente hasta una horquilla de entre cinco mil y 10 mil casos cada siete días.

 

Alcanzado ese punto, que sería un pico, debería comenzar a percibirse una reducción paulatina de los casos, que con el tiempo debería llevar a un control de la epidemia, agregó.

 

La idea de los responsables de la OMS es conseguir que la curva de crecimiento comience a descender a partir de principios de diciembre y se cumpla con el objetivo de comenzar a ver un claro descenso de casos antes de fin de año.

 

Para que esto ocurra, previamente se debe haber logrado el objetivo “70-70-60”, establecido por la Misión de las Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia al Ébola.

 

El objetivo “70-70-60” es lograr que en el plazo de dos meses (sesenta días a contar a partir del 1 de octubre) se consiga que 70% de los infectados estén aislados y que 70% de los entierros se haga de forma digna pero segura, para atajar así dos de los principales vectores del contagio.

 

La idea es que en dos meses se hayan podido detectar todas las cadenas de transmisión, explicó el director general.

 

Bruce Aylward también reveló que Reino Unido y Estados Unidos van a construir centros de tratamiento contra el ébola en Sierra Leona y Liberia, respectivamente, para cuidar a los enfermos internacionales.

 

 

Muerre enfermo en Leipzig

 

 

El enfermo de ébola trasladado desde Liberia a Alemania para recibir tratamiento muerto en la clínica St. Georg de Leipzig (al este del país).
El paciente era un trabajador de Naciones Unidas de origen sudanés, de 56 años, el tercer infectado con ébola trasladado a Alemania desde África.

 

El hombre falleció la pasada madrugada a causa de la grave enfermedad infecciosa, “a pesar de las intensivas medidas médicas adoptadas y de que el personal sanitario ha realizado los mayores esfuerzos”, señaló a la prensa local el vocero del hospital, Martin Schamlz.