En los últimos días, tres líderes claves en la operación del Cártel del Golfo (CDG) en la frontera de Tamaulipas han sido detenidos por autoridades de México y Estados Unidos en medio de una disputa entre facciones del mismo cártel por el control de plazas y rutas de tráfico, que tan solo desde mayo ha cobrado la vida de 16 personas inocentes.
Fuentes en Tamaulipas con pleno conocimiento de la situación, que pidieron reserva con su identidad, indicaron a 24 HORAS que la caída de estos líderes obedece a una dinámica de disputa de poder entre líderes criminales que se acusan mutuamente de traición y que se ha venido recrudeciendo.
La facción conocida como Los Metros, considerada una de las más poderosas del CDG y mejor armada, es la que ha sufrido la baja de sus máximos líderes.
El pasado 11 de octubre, agentes de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) identificaron y detuvieron en Edinburg, Texas, a Juan Francisco Sáenz Taméz, alias El Metro 103 o Comandante Panochitas, considerado jefe de plaza del CDG en la denominada zona “ribereña” de Tamaulipas.
Sáenz era uno de los objetivos claves de la estrategia desplegada en mayo por el gobierno federal en Tamaulipas y también estaba en la lista de los 120 delincuentes más buscados del país. En Estados Unidos era buscado por acusaciones de tráfico de estupefacientes y lavado de dinero.
Casi de forma paralela a la captura El Metro 103, pero del otro lado de la frontera, en Tamaulipas, se registraron varios enfrentamientos entre células del CDG que dejaron por lo menos cuatro supuestos delincuentes muertos y varios lesionados.
Una de las personas heridas fue Rafael Salinas Aparicio, alias El Metro 32 o El Comandante Salinas, jefe de plaza en el municipio de Miguel Alemán y considerado uno de los sicarios más violentos del CDG. Un día después de los enfrentamientos, fuerzas federales lo ubicaron en un hospital de Reynosa donde lo detuvieron.
Una semana antes y también en enfrentamiento, cayó lesionado José Ismael Mendoza, alias El Metro 60 o Comandante Polimenso, lugarteniente en Reynosa. Al igual que en el caso de Salinas, Mendoza fue asegurado, ya que estaba hospitalizado.
Las fuentes consultadas indicaron que la lucha y fragmentación entre las cúpulas del CDG en la zona fronteriza, se recrudeció desde la captura en junio de Juan Manuel Rodríguez, alias Juan Perros, quien había logrado establecer cierto control en la zona fronteriza. Con su caída se generó una disputa entre el resto de los jefes de plaza y lugartenientes.
Daño colateral
Un análisis presentado hace unos días por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal A.C. advirtió que la violenta disputa entre células criminales rivales ha erosionado la tranquilidad social en el estado.
“A partir de 2010 más de mil personas inocentes han sido asesinadas por los grupos criminales en enfrentamientos entre delincuentes o de estos con las fuerzas del orden, levantones, asaltos, secuestros y ejecuciones relacionadas con el despojo y la extorsión. Desde el 8 de mayo cuando se inició el nuevo operativo federal, 16 personas inocentes más fueron asesinadas”, indica el análisis.
Incluso, según la referida organización no gubernamental, hay localidades como Camargo, Cruillas, Jiménez, Abasolo, González y Mant, donde cientos de personas se han visto obligadas a desplazarse para escapar de la violencia del crimen organizado.
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