ANKARA. Centenares de milicianos kurdos que luchan contra los yihadistas del Estado Islámico en la ciudad kurdo-siria de Kobani han sido detenidos por las autoridades turcas, según informó la cadena de televisión CNNTürk.

 

 
Ese medio informa de que unos 270 combatientes de las milicias kurdas de Kobani, conocidas como YPG, fueron detenidas por las autoridades cuando cruzaron a Turquía desde Siria la pasada semana.

 

Tras una breve huelga de hambre, unos 60 recibieron permiso para regresar a Kobani, afirma la citada emisora.

 

“Venimos de Kobani a través del paso oficial, no de forma clandestina. Sin embargo, tras interrogarnos, nos retienen aquí y no podemos salir. No sabemos por qué”, aseguró uno de esos combatientes al diario Zaman.

 

422 guerrilleros kurdo-sirios han llegado en las últimas semanas al hospital público de Suruç para ser operados de heridas sufridas en el frente, informa hoy el diario “Hürriyet”.

 

Según esa fuente, las autoridades turcas han identificado entre esos combatientes a 40 miembros de la guerrilla kurda del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), considerado terrorista por Turquía, EU y la UE.

 

De hecho, Ankara ha insistido en que considera igualmente terroristas al PKK que a los yihadistas del Estado Islámico.

 

El PKK y las YPG mantienen estrechas relaciones y no es un secreto que numerosos miembros del PKK han acudido a Kobani para luchar contra los yihadistas.

 

La guerrilla del PKK mantiene desde marzo de 2013 un alto el fuego con el Gobierno turco para avanzar en las negociaciones de paz, pero la negativa de Ankara a permitir la llegada de armas a Kobani o de intervenir contra los yihadistas ha tensado el ambiente.

 

Aviones militares turcos bombardearon el lunes posiciones del PKK en el sureste de Turquía, en respuesta a ataques por parte de los guerrilleros a un cuartel militar turco, según informan hoy los medios locales.

 

CNNTürk informó de que continúa la evacuación de heridos de Kobani hacia los hospitales turcos, aunque bajo condiciones cada vez más peligrosas, ya que los yihadistas se han acercado lo suficiente como para bombardear el paso que conecta la ciudad sirio-kurda con la frontera turca.

 

“Las balas pasan por encima de nuestras cabezas, pero seguimos intentando llevar a los heridos al hospital, aunque es muy arriesgado. Suelen tener heridas de bala o de metralla”, declaró un conductor de ambulancia a la cadena CNNTürk.

 

Ayer, al menos 58 combatientes del grupo radical Estado Islámico (EI) murieron en bombardeos aéreos y enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales en diferentes partes de Irak.

 

 

 

Por su parte, el Gobierno de EU aseguró que su campaña de ataques aéreos contra el EI en Irak y Siria “está teniendo éxito”, aunque recordó que se trata de una estrategia “a largo plazo”.

 

“Estamos en los primeros días de ejecución de esa estrategia. Pero ciertamente las primeras evidencias indican que está teniendo éxito”, señaló en su rueda de prensa diaria el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest.