SAN SALVADOR. La ministra hondureña de Salud, Yolani Batres, afirmó hoy que dos pasajeros estadunidenses de un crucero de la empresa Carnival fueron repatriados a Estados Unidos por vía aérea desde la isla hondureña de Roatán, porque uno de ellos tuvo contacto con un liberiano que falleció de ébola en Dallas.

 

Según la ministra, esos pasajeros ahora “están en un hospital de Dallas”, algo que no se conocía, pues hoy el crucero fue rechazado en un puerto de México y tanto las autoridades mexicanas como la compañía Carnival dieron a entender que esas dos personas estaban aisladas voluntariamente en su camarote.

 

Se trata de una pareja de estadunidenses y la esposa, que es trabajadora sanitaria, “entró en contacto con una de las muestras del paciente que padeció de ébola y que lamentablemente falleció en Dallas”, añadió la ministra, que está en El Salvador por una reunión sobre temas de salud.

 

Según la ministra, el crucero llegó el pasado día 15 a la isla hondureña de Roatán, de donde “se los llevaron vía aérea” a Estados Unidos.

 

Batres aseguró a Efe que la trabajadora, de quien dijo desconocer si es enfermera o técnica de laboratorio, “no se bajó del crucero” para hacer turismo en Roatán, antes de ser repatriada.

 

Sin embargo, versiones de autoridades mexicanas y de Estados Unidos indicaron hoy que se trata de una pasajera que aún está en el crucero de la empresa Carnival, al cual se le ha negado el atraque en Belice y México.

 

La funcionaria hondureña aseguró en la rueda de prensa que la trabajadora “tiene más de 19 días de haber entrado en contacto con estas muestras y no ha tenido ninguna sintomatología” de ébola, según reportes del Ministerio de Salud de Honduras, de los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos y de la OPS, afirmó.

 

Apuntó que el crucero llegó a Roatán con “un poco más de cuatro mil 500 pasajeros”.

 

Quintana Roo impide arribo de crucero por riesgo de ébola

 

México negó hoy el ingreso a la isla de Cozumel, en el Caribe, de un crucero en el que viaja una mujer que trabaja en el hospital de Dallas donde murió un liberiano víctima de ébola, aunque no presenta síntomas de la enfermedad, dijo a EFE una fuente oficial.

 

El director de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo, Erce Barrón, indicó que el crucero Carnival Magic tenía programada su llegada al muelle Puerta Maya en Cozumel a las 06:30 hora local (11:30 GMT), pero al ser notificados de la situación se les negó el permiso para atracar.

 

“Veníamos siguiendo la situación del crucero desde Belice, donde se emitió la alerta sanitaria y lo que hicimos fue implementar de inmediato los protocolos que estipula Sanidad Internacional para casos de enfermedades”, indicó.

 

Un portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos dijo que la persona aislada en el crucero trabaja como técnico de laboratorio en el Hospital Presbiteriano de Dallas (Texas) y puede haber estado en contacto con muestras de orina de Eric Duncan, el liberiano enfermo de ébola que murió en ese centro el 8 de octubre.

 

Según Barrón, “se trata de una mujer que dijo ser trabajadora del Departamento de Salud del Hospital Presbiteriano de Dallas (Texas), en Dallas, ella misma pidió ser aislada como medida preventiva, (pero) no presenta ningún síntoma de la enfermedad”, apuntó.

 

“El crucero no tuvo entrada oficial a México, nadie subió a bordo y no hubo ningún tipo de contacto con los pasajeros o la tripulación”, aclaró.

 

Añadió que el médico de la embarcación informó de que la mujer está siendo supervisada “y hasta el momento no hay ningún indicio de la enfermedad”, pese a que tuvo algún tipo de contacto con Thomas Eric Duncan.

 

La propia empresa de cruceros informó hoy de que no había recibido el permiso de las autoridades mexicanas para atracar en Cozumel, por lo que se decidió que la embarcación partiera hacia Galveston (Texas) para garantizar su llegada a tiempo el próximo domingo.

 

En su página de internet, Carnival lamentó el contratiempo causado a sus clientes por una situación que, dijo, escapa completamente de su control, y precisó que la trabajadora de salud “sigue sin mostrar síntomas de la enfermedad” y no representa un riesgo para los pasajeros o la tripulación del crucero.

 

En el crucero, que inició un recorrido por el Caribe el pasado 12 de octubre desde Galveston, viajan 4,633 personas, de los cuales 3,652 son turistas.

 

La alerta sanitaria se emitió poco antes de que el crucero atracara en Belice, en donde también se le negó el ingreso y fue escoltado hasta que entró a aguas internacionales. GH | DE