Tardó una década en llegar a México. Considerado como uno de los musicales más exitosos en la historia de Broadway, Wicked ha llenado el Teatro Telcel durante casi 400 representaciones.
Pero la magia de Wicked ha tocado tras bambalinas y ha transformado personal y profesionalmente a sus tres protagonistas, Danna Paola, Ana Cecilia Anzaldúa y Cecilia de la Cueva, quienes en entrevista exclusiva con 24 HORAS revelan el impacto que ha tenido la que, aseguran, ha sido la aventura más grande de su vida.
Elphaba la hizo renacer
“Ha sido uno de los mejores años de mi vida, una experiencia inolvidable que a su vez me ha enseñado a ser quien soy, y se me ha pasado tan rápido que no puedo creer que estemos a tres meses de terminar. Eso me tiene triste, pero orgullosa de mi trabajo. He cambiado bastante desde el día del estreno hasta hoy”, comenta Danna Paola, quizá el rostro más conocido de la puesta en escena gracias a su larga carrera en el mundo de la música y la TV desde que era niña, y quien da vida al personaje principal, Elphaba, la bruja malvada del oeste.
La joven actriz revela, además, que Wicked la hizo renacer en muchos sentidos.
“Gracias a Elphaba volví a renacer, volví a vivir, porque estaba en un momento muy crítico en mi vida donde no sabía que seguía para mí. No sabía si retirarme, no sabía qué hacer, así que cuando llegó Elphaba a mi vida me dio otra vez ese aliento para seguir haciendo lo que amo, que es cantar, actuar. Elphaba me ha enseñado muchas cosas, a ser mucho más fuerte de lo que era”, añade.
Hace poco más de un año, la elección de Danna Paola fue sumamente criticada tanto por su juventud e inexperiencia en el teatro musical, como por el prejuicio de que se trataba de una ‘estrella de la TV’.
Foto: Daniel Perales
Pero con su trabajo fue acallando esas voces hasta lograr prácticamente la aclamación unánime del público. A la distancia, la actriz asegura que eso la hizo superarse:
“Creo que tendría que darles la gracias, porque eso me hizo ser mejor. Al principio hasta yo dudaba de mí misma, pero a final de cuentas dije que me iba a seguir preparando para hacer de esto algo enorme, porque sabía que lo podía hacer. Me he preparado durante 14 años para llegar a donde estoy, y no ha sido fácil. No es algo que me haya regalado la vida, sino con trabajo creo que lo he logrado”, apuntó.
Su misión es trascender
El rol de Elphaba es interpretado alternadamente por Ana Cecilia Anzaldúa, de amplia trayectoria en el teatro musical y para quien estar en Wicked ha sido también una experiencia de vida.
“Me ha tocado estar en otras compañías y lo que me llevo de Wicked es que Elphaba me ha dejado grandes enseñanzas tanto de vida como a nivel profesional, como un sueño cumplido. Ya es algo que hice realidad y ya puedo decir que hice a Elphaba en Wicked, lo cual no es cualquier cosa”, comenta Anzaldúa, quien ve como una misión cumplida la influencia que la obra y su trabajo pueden tener en el público.
“Creo que si algo de lo que hacemos nosotras puede servir para que una persona encuentre su vocación y su profesión, su pasión en la vida, eso es más que suficiente. Con una sola persona que lo haga, que lo cumpla y que diga que por haberme visto a mí, a Danna, a Cecilia o a cualquiera de nosotras se dedicó a lo que le apasiona, con eso ya la hiciste en la vida”.
Y compara lo que ha sido Wicked respecto a su otra famosa obra, La Bella y la Bestia, en la que dio vida al personaje principal.
“La Bella y la Bestia es un cuento muy dulce, aunque en el teatro es un poco más apasionado y más para adultos, y Wicked es más como para adolescentes y adultos. Pero La Bella y la Bestia es una historia ya conocida, en la que ya sabes lo que va a pasar, mientras que Wicked es una historia casi desconocida en México, entonces lo padre es ver a la gente que sale y expresa emocionada todo lo que no esperaba ver. Esa es de las partes más bonitas de Wicked, que la gente sale impactada”,
Glinda le cambió la vida
El otro personaje principal de la obra es Glinda, la bruja buena del norte, quien le ha dejado a Cecilia de la Cueva un crecimiento profesional y personal que le ha cambiado la vida. De la Cueva tuvo en Wicked su primera oportunidad como protagonista, y no la desaprovechó.
“Antes era mucho más insegura. A veces es difícil confiar en uno mismo y siento que un año después me siento más segura, me tengo mucho más respeto a mí misma y a mi trabajo, porque te das cuenta de que cumplir un sueño que tienes te requiere de todas las fuerzas”, expresó.
“Wicked es la obra que más me ha dejado en el corazón, es la más difícil en la que he estado y para mí definitivamente es un parteaguas, porque durante 10 años siempre fue un sueño que había cultivado todos los días. Vaya, me metía a bañar y cantaba Wicked, por eso ahora poder hacerlo es un privilegio”, agregó De la Cueva, quien reveló que la personalidad que muestra Glinda en el escenario es gracias a ella, pues la hizo diferente a la versión de Broadway.
“Mi Glinda es mucho más fresa, pero eso es una elección completamente mía. En Broadway es como una güera cheerleader a la que le encantan los zapatos y así, pero más tranquila, sin tanta energía, y sin ser tan desparpajada. Mi Glinda es mucho más torpe, y fue una decisión propia porque Cecilia es mucho más torpe, y creo que eso le da humanidad al personaje. No por ser fresa es perfecta, sino por el contrario”, apuntó.
Finalmente, las tres protagonistas de la obra coinciden en la gran tristeza que les da saber que su sueño llega a su fin en unos cuantos meses.
“Cada que damos función, Ceci de la Cueva y yo nos ponemos a llorar porque no podemos creer que ya se vaya a terminar. Pero lo que más voy a extrañar es a Elphaba, a la que le quiero dar las gracias por haberme dado todo lo que hoy soy”, comenta Danna Paola, a quien se suma De la Cueva en su sentir:
“No sé qué voy a hacer cuando termine, se me parte el corazón. Seguramente voy a estar muy mal por un buen rato, y pues Danna ya me dijo que nos vayamos a la playa a llorar juntas (risas)”.
“Espero que la gente no se la pierda, que no le digan no a la oportunidad de ver un musical así, y no por nosotras, sino porque es un espectáculo que en verdad vale la pena, que cambia vidas y que la gente se merece ver”, concluyó, por su parte, Anzaldúa.