BERLÍN. A la ronda de huelgas de los maquinistas de los trenes de Alemania, este fin de semana, seguirá los próximos lunes y martes otra campaña de paros de los pilotos de Lufthansa lo que además de poner en jaque el temple del viajero alemán causa cuantiosos daños en la primera economía europea.
Durante el sábado y domingo, las estaciones de Alemania fueron un escenario de andenes vacíos, mientras millones de pasajeros buscaban alternativas a sus planes, coincidiendo además con el inicio o final de las vacaciones de otoño en nueve de los 16 “Länder” del país.
No se produjo una situación de caos, pese a que se suspendieron dos tercios de los trayectos -más la totalidad de los servicios adicionales para los partidos de la Bundesliga-, en parte porque la mayoría de los viajeros recurrió a autobuses o coches compartidos.
Se trataba de una ronda de huelgas de los maquinistas de la compañía Deutsche Bahn, que afectó a los trenes de cercanías, regionales, de largo recorrido y mercancías, pero que no sorprendió al viajero ni a la empresa porque sucedía a otros paros parciales.
El jefe del sindicato de esa sectorial, GDL, Claus Weselsky, se comprometió ahora a una semana sin huelgas, a partir del lunes, en la que se espera se reanuden las conversaciones con la patronal en medio de las llamadas de apremio desde el gobierno de Angela Merkel a resolver el conflicto laboral.
A todo esto, el sindicato de pilotos de Lufthansa convocó hoy su campaña de huelgas, que se prevé se extienda desde el lunes a las 11:00 GMT hasta prácticamente toda la jornada del martes.
Según el sindicato Cockpit (VC), la huelga afectará a los vuelos de todo el país que se realicen con los aparatos del tipo Airbus 320-Family, Boeing 737 y Embraer.
En las anteriores rondas de paros de los pilotos, las acciones se concentraron en los principales aeropuertos alemanes y afectaron mayoritariamente a vuelos nacionales o trayectos europeos.
La convocatoria sigue a la huelga de 12 horas realizada el pasado jueves en Germanwings, la filial de bajo coste de Lufthansa.
Será la octava ronda de huelgas de los pilotos de la primera aerolínea de Alemania desde el pasado abril, en medio del conflicto laboral de ese colectivo.
Desde el pasado abril, Lufthansa y Germanwings han cancelado ya unos cinco mil vuelos por las huelgas sus pilotos, que se estima ha afectado hasta ahora a más de medio millones de pasajeros.
El eje del contencioso laboral es la reforma del sistema de jubilaciones anticipadas que la dirección de Lufthansa y sus filiales -Germanwings y Lufthansa Cargo-, que comenzó a negociar con el sindicato a finales de marzo.
Los comandantes de Lufthansa llegan actualmente a la jubilación anticipada con una edad media de 59 años, según cifras de la aerolínea alemana, que quiere que se retrase gradualmente hasta los 61 años.
Los pilotos y la patronal no han logrado acercar posiciones desde entonces y ya el pasado jueves Cockpit advirtió de que los pasajeros debían prepararse para más paros en los próximos días.
Algo parecido ocurre en el conflicto entre GDL y la dirección de Deutsche Bahn, que siguen sin acercar posiciones en su dilatado conflicto.
Este sindicato sectorial exige un incremento salarial del 5 % para un periodo de dos años y una reducción de jornada de dos horas, tanto para su colectivo como para el resto de la plantilla de a bordo de los trenes.
El viernes, la dirección de la compañía hizo una oferta mejorada, la quinta desde que se inició el conflicto, consistente en un aumento salarial del 5 % gradual, a lo largo de 30 meses, una paga única de 325 euros y la contratación de 200 maquinistas más en 2015.
El sindicato tachó de inaceptable la presentación de la propuesta a última hora y aclaró que no contemplaba la posibilidad de negociar al menos hasta que concluya la huelga prevista.
Ya el pasado miércoles quedaron cancelados el 70 % de los trenes, mientras que la semana anterior la convocatoria de paros de este colectivo causó la suspensión durante nueve horas del transporte ferroviario en ciudades como Berlín, Hamburgo, Múnich y Sttutgart.
Tanto en el caso de los pilotos como de los maquinistas, se trata de colectivos que negocian por separado sus convenios, lo que no solo les enfrenta a la dirección de éstas, sino al resto de las plantillas.
GH